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Aquella noche, Mia durmió en la otra habitación y lloró toda la noche. Quería a Barry y mucho, pero eso no significaba que dejaría que la ofendieran. Al siguiente día, tal cual lo dijo, fue hasta la casa Keoghan y se despidió de esos hombres caballerosos.

- Mia, enserio estamos tan apenados con esta situación. Te ofrecemos nuestras más sinceras disculpas en nombre de mi madre y Emily- Eric la abrazó y le brindó una linda sonrisa.

- Descuiden, no fue su culpa. Me llevaré un recuerdo muy lindo de ustedes dos y espero verlos pronto.

- ¿Se van? -su padre lo observo con tristeza.

- Solo me iré yo, debo volver al trabajo cuanto antes. El deber llama.

- Creí que se quedarían una semana- Eric susurró.

- Supongo que los planes cambian. Lamento irme de esta manera, pero sé que comprenden mis razones.

- Descuida mi niña, no debes disculparte. Esperamos que tengas un buen viaje y algún día te visitaremos en América.

Barry la llevó en su auto hasta el aeropuerto y le insistió mil veces que la acompañaría, pero claramente está se negó. La situación entre ambos no era la más alentadora, era su primera pelea y sin duda alguna era muy fuerte.

- No quiero que te vayas...

- Hay muchas cosas que no queremos, Barry, pero así debe ser. Te agradezco la intensión de presentarme a tu familia, fue un completo fiasco, pero ya no podemos hacer nada.

- Déjame ir contigo.

- Gastarías tiempo y dinero de una manera muy estúpida. Quédate.

- Mia...

- Te escribiré en cuanto llegué.

- No quiero que estemos así, enojados y disgustados.

- No puedo negarte que estoy muy molesta por está situación y no quiero desquitarme contigo, por eso prefiero que me des un poco de tiempo.

- ¿Me estás terminando?

- No Barry, solo te pido que me dejes un tiempo sola. No me escribas, no me llames. Cuando haya calmado mi furia, te buscaré.

- No es justo, todo se fue a la mierda por unas malas palabras. Tenía tantos planes...

- No hay que llorar sobre la leche derramada. Adiós Barry.

- Mia.

Ella le dio un corto beso y se alejó rápidamente en busca de su avión. Estaba dejando a su amor y era consiente de ello, pero debían aprender de los errores. Llegó en la noche a Estados Unidos, allí la esperaba e su auto Page, traía consigo cerveza, helado y frituras. Una noche larga les esperaba.

Mistakes- Barry KeoghanWhere stories live. Discover now