H I A T U S || E D I T A N D O
Mientras no te preocupes, tengas control de tus emociones, no te tomes lo que dicen de ti enserio y tengas una salud mental aceptable tal vez no sea nada preocupante; Porque es como él lo diría: "Una persona normal sin...
—Te dije que te traje una sorpresa —casi susurró, soltando y quitándose de encima de su amigo, y quitando su mano de la boca ajena —Ya puedes entrar —dijo en voz alta.
Y Taehyung, aun con el entrecejo hacia abajo vio como por la puerta, —Que aún se hallaba abierta— se hacía notar su amor platónico con una preciosa sonrisa.
Su pequeño ser se congeló. No sabía si había sido un efecto secundario por el baño que había tomado hace ya un rato, o si es porque acaba de ver como Jeon Jungkook entraba a su habitación, cerraba la puerta con el pie y se sentaba a su lado, en su cama.
Jeon Jungkook estaba en su habitación, y aún no podía creerlo.
—Hola Taehyung —sonrió apoyándose con las palmas de sus manos en la cama.
—Hola —logró pronunciar después de salir de su estado de shock mental.
—¿No te molesta que haya querido venir verdad? —Taehyung negó, claro que no le molestaba, solo le hubiera guastado que avisaran con tiempo —Genial, quería venir y ver como estabas. Hoy no te vi en clases, así que quise escribirte, pero olvide mi celular en casa. Le pregunté a Jimin y dijo que estabas enfermo.
¿Acaso había oído bien? Jeon Jungkook se estaba preocupando por él.
—Estoy mejor —sonrió y el contrario también.
—Eso es bueno. Por tu parte lo verás como lo mejor, porque te perdiste de un entrenamiento que me dejó con dolores en donde menos te imaginas— comentó el rubio, que veía a su amigo con una sonrisa cómplice.
Él sabía perfectamente por lo que pensaba, en parte quería matarlo, por otra le agradecía, aunque hubiese preferido que le avisara antes, así se hubiese puesto algo decente.
Jungkook bajó su mirada a los muslos desnudos de Taehyung, este al notarlo no pudo estar más avergonzado. Tomó una almohada y la colocó sobre sus piernas y las cruzó sobre el colchón. Sus mejillas se sintieron calientes. Jungkook rió, pero no mencionó nada sobre eso. Jimin, le dedicaba miradas a Taehyung, riendo y disfrutando de lo que Taehyung llamaría más que vergüenza.
Hicieron como si no hubiese ocurrido nada, para no incomodarlo y generarle más vergüenza, algo el pelinegro agradeció.
Pasaron la tarde hablando de muchas cosas, y Taehyung, aunque moría de vergüenza por las miradas indiscretas y descaradas que Jungkook solía darle, las ignoraba.
Relame sus labios, nervioso. Jimin había bajado a "Buscar algo para comer" pero sabía perfectamente que lo hizo para dejarlo solo con Jungkook.
—¿Enserio te sientes bien? —preguntó una vez que Jimin salió.
—Si, mamá me cuida bien.— sonrió amable.
—Si, bueno no me refería a eso. Me refiero a que, ¿Cómo has estado tú emocionalmente?
—Oh, bueno, bien supongo. —dijo inseguro.
—Siento que me mientes. No te preocupes sea lo que sea puedes contarme.
Y la traicionera mente de Taehyung viajó a la noche anterior, dándole el mal recuerdo de ver a su madre llorar.
—Anoche, después de hablar contigo, pretendía dormirme— apretó los labios y exhaló —Pero oí algo romperse abajo, y bajé. Papá no estaba pero si mamá, ella estaba en el suelo, llorando.
—Pero, ¿pasó algo muy grave? —lo miró expectante.
—No, aunque me sentí patéticamente mal una vez que volví a mi habitación —Y aunque sus ojos picaron, no iba a permitirse ver nuevamente vulnerable ante Jungkook —No es justo para ella, me siento tan cobardemente estúpido al no poder hacer nada por ella. No se lo merece— Suspiró controlando su ahora agitada respiración.
Sentía enojo, por su padre, al ser una persona sin empatía y maltratadora. Por si mismo, porque se sentía inútil al poder intentar hacer algo no solo por su madre, sino por él mismo. Quería poder gritarle en la cara tantas cosas a su padre, liberar ese sentimiento de odio que tristemente se que creando con el tiempo.
Decirle que era un ser egoísta, que era tan cobarde como él. Quería decir tantas cosas, tantas de las cuales se ha permitido decir solo en el encierro en su habitación, todas esas veces que ha ensayó entre lágrimas por si alguna vez llegase a presentarse el momento en el que su miedo y cobardía se esfumara y podría encarar a su llamado padre todas esas verdades que se tenía guardadas para sí mismo.
Sentía ira hacía la vida misma, por haberle dado una gran bofetada, que lo hizo ver la realidad sobre la gran farsa que su propio padre había creado sobre su familia. Aunque desearía volver a lo que era antes, sabía que, eso no era más que mentiras sobe una "Una familia perfecta".
También por otra parte, no quería volver a esa vida, sabía que aunque lo quisiera eso significaría volver a ceder ante volver a la ceguedad que lo cubría antes de que todo esto pasara, sabía que aunque no le gustara la realidad en la vivía tenía en claro que era mejor saber la realidad que se ocultaba bajo una falsa sonrisa que juraba tener toda muestra de cariño y amor. Cuando no era más que una puerta temporalmente cerrada, una que cuando era abierta, descubrirías todo un infierno por delante, una vida que aunque no quieres te ha tocado vivirla.
Taehyung suspiró de nuevo y esta vez miró al pelinegro, este solo le miraba.
—No tienes que hacer esto si no quieres —Mordió su labio esperando alguna respuesta destructora, de las que siempre espera de las personas, una hiriente, una que le dijera que no le interesaba nada de su vida y que desde que le vio llorar en la terraza, para no sentirse con aquel sentimiento de culpa se vio obligado a hacer aquello por lástima.
—Quiero. —Le dedicó una sonrisa reconfortante. —A demás, necesitas desahogarte de alguna manera, lo que vives aquí no es sano. Quieres ayudarla, no sabes como hacerlo porque ella es quien está recibiendo todo eso por los dos. —Posó una mano sobre el hombro del mayor. —Eres fuerte, y lo admiro de ti, porque no tengo ni la mínima idea de lo que debes estar pasando, por eso cuando necesites de mí no dudes en escribirme, sea la hora que sea, el momento que sea, y si tal vez no veo o contesto tus mensajes o llamadas, porque puedes verte en total libertad en llamarme cuando quieras, te prometo que aunque me encuentre haciendo tal vez otras cosas ten por seguro que te contestaré.
Taehyung asintió y sonrió. Esas han sido unas de las palabras más reconfortantes que alguien le ha dicho, y para volverlo mucho mejor, venían de Jeon Jungkook, su amor no correspondido.
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