—Te volviste mamá ahora —digo arqueando una ceja y ella me ignora

—Vaya hermanita, no está nada mal huevos, jamón y torticas solo me falta el beicon y café para ser un desayuno americano

—Beicon no había y sabes que café no hago así que espero que te conformes con un jugo —digo tomando la jarra y agitando con cuidado para no formar un desastre.

Desayunamos charlando de temas variados y sin importancia, no sabía lo mucho extrañaba estas rutinas hasta este instante, cuando terminamos mi hermana se ocupa de lavar los platos porque según la democracia de esta casa, quien cocina no recoge ni lava la vajilla. Mientras, yo voy al salón pongo música desde mi teléfono y empiezo a desempacar las bolsas y a armar el falso árbol cuando Carla se me une ya tengo una buena parte y juntas decoramos la casa. Colocamos los regalos que compramos ayer y los colocamos junto al árbol y al ver que nos sobran tantas luces decidimos salir y colocarlas en el frente de la casa.

Al cabo de dos horas tenemos todo listo y hermoso, se siente fantástico un ambiente navideño te invade al ver la casa. Ambas sonreímos al ver el resultado de nuestro esfuerzo y sentimos como la puerta de la casa se abre, Alex y mi madre han llegado de su aventura de aniversario y se quedan atónitos al ver el interior tan bonito y diferente a como lo dejaron.

—¿Qué sucedió aquí? —dice mi madre que se acerca para darnos un beso en la mejilla

—El espíritu navideño, eso ocurrió —respondo

—Buen trabajo chicas, les quedó hermoso

—Gracias papi —dice Carla

—Bueno imaginamos que no cocinarían así que trajimos comida de un restaurante de mariscos en el que paramos de camino aquí

—Estoy famélica —dice Carla

—Desayunaste hace dos horas

—Ah sí, no lo recordaba —terminamos riendo porque ella sin duda es un barril sin fondo y para su suerte no engorda lo que come. Se levanta, coge las bolsas y las lleva a la cocina, mi madre y Alex se sientan juntos en el sofá, noto que me miran como si quisieran decirme algo pero ninguno habla.

—¿Y bien? Van a decirme lo que sea que los tiene así

—Lo siento hija, pero debemos decirte algo

—Sí me di cuenta

—Esta mañana recibí un correo de mi jefe, donde me pedía que me incorporara a mi trabajo porque apareció un proyecto nuevo que debemos comenzar...

—¿Cuándo se van? —Lo interrumpo

—Pasado mañana —me dice mi madre —si deseas Carla y yo nos quedamos contigo hasta que te sientas bien

—No mamá, tranquila yo voy a estar bien, solo me entristece que no puedan estar más tiempo pero yo entiendo los motivos por los que deben regresar a Colombia —Mi madre se levanta y se sienta a mi lado para abrazarme.

—No sabes lo feliz que me ha hecho verte todos estos días, estoy orgullosa de ver cómo has construido una vida y una nueva familia aquí

—Gracias mamá —hablo con un nudo en la garganta porque no quiero que se vayan, porque me hacen más falta de lo que imaginaba.

—Abrazo de chicas sin mí, eso es traición —dice mi hermana y ambas nos volteamos y reímos al verla de brazos cruzados

—Tranquila ya tendremos nuestro propio abrazo sin ellas —dice Alex que la jala hacia él y la abraza en el otro sofá.

El timbre de la puerta suena y me levanto los dejos a ellos charlando y conversando. Al abrir la puerta veo a un repartidor que me entrega un sobre negro y luego de firmar el recibo se va y no al buscar remitente veo que no tiene nada escrito, lo abro y entro tiene una invitación para una cena en The Westin Palace para mañana en la noche. Reviso si a aparte de la invitación hay algo más y veo una pequeña nota que saco para leer que dice.

Creo que tenemos mucho de qué hablar, te espero mañana a las ocho y te diré toda la verdad

Solo un nombre viene a mi mente al leer esto, Kenneth, quizás finalmente decidió hablar conmigo y me dará las explicaciones que merezco. Me es imposible no estar feliz, quiero creer que aún existe una oportunidad para nosotros, y que la cena con aquella mujer tiene una lógica explicación. En mi cabeza no cabe que alguien finja así sin más durante tanto tiempo que siente amor verdadero por otra, si ese fuera el caso no había necesidad de decir tantas palabras bonitas ni de tanto peso y significado por ello me niego a aceptar esa estúpida justificación de que nunca me amo y todo fue mentira, he visto y leído bastantes historias donde uno de los protagonistas utiliza palabras hirientes para alejar a su verdadero amor y prefiero creer que eso fue lo que ocurrió entre nosotros a creer que simplemente utilizó un mascara para engañarme durante estos meses. Sea lo que sea mañana finalmente tendré la explicación que tanto deseo con mi bizcocho de ojos verdes.

Regreso al salón y me siento junto a mi familia para aprovechar mis últimos momentos a su lado, me siento tan feliz de haberlos visto, me hicieron más falta de la que imaginé, el apoyo de mi madre en estos días difíciles ha sido una roca que me ayudado a mantenerme fuerte y estable.

Lluvia de BesosWhere stories live. Discover now