Capítulo 24 ~ Despertando al soldado del invierno🔞.

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— Me quedaré aquí para darte apoyo... solo si quieres...

— Si. – dije, mientras solté un suspiro. – gracias...

— 10 segundos Meggs. – escuché que Shuri me hablaba por el pinganillo. – Ayo comenzará con las frases en ruso.

— Okey. – dije, con el corazón en la mano, no sabía que haría al ver al soldado en James.

— Comenzamos en 3....2....1. – Shuri dio las instrucciones y vi como James bajaba su mirada.

Anhelo – dijo Ayo, una de las dora milaje, en ruso.

Vi como James comenzaba a moverse producto de la frase, desvié mi mirada, la última vez que me encontré con el soldado frente a frente, yo terminé en el hospital.

— oxidado – soltó y volví a mirar al escuchar como James trataba de soltarse de las esposas de vibranio que cubrían sus muñecas, mientras gritaba con todas sus fuerzas.

— Diecisiete.... Amanecer.... Horno.... Nueve. – decía todas las palabras en ruso y cada una de ellas lo hacía golpear cada vez más fuerte las amarras, su vista estaba nublada y sentía como de mis ojos caían lagrimas involuntarias.

— Benigno.... Regreso a casa.... Uno....

— Espera. – grité, al ver que solo quedaba una frase para despertar al soldado del invierno. – ya lo tenemos, no hay necesidad de despertarlo completamente...

— Meggs... Tenemos que estar seguras de que todas las frases son correctas. – me respondió. – si no te sientes preparada para verlo así, puedes salir del control, no te juzgaremos.

— No. – dije, mientras trataba de controlar mis lágrimas. – sigan... estoy preparada.

Vi como T'Challa cerraba la puerta del control. – Es por seguridad Margaret, todos sabemos por quien vendrá si se escapa...

Y tenían razón, en la cabeza de ese soldado todavía era su misión, todavía tenía pendiente matarme.

— No debería escapar... todo está cubierto de vibranio.

— Es solo precaución Margaret. – se acercó y tomó mi hombro. – todo estará bien...

Cerré mis ojos, buscando hasta en el lugar más recóndito del cielo a algún santo para rezarle, aunque no rezara constantemente, ahora necesitaríamos de un milagro para estabilizarlo.

— Vagón de carga. – soltó Ayo en ruso.

La piel de gallina se desenfrenó por todo mi cuerpo, mientras veía como James rompía su brazo de metal intentando liberarse y gritaba con todas sus fuerzas, si bien estaba un poco más tranquila, puesto que teníamos las palabras, no podía evitar sentir el mismo dolor que sentía James.

Verlo intentando luchar para no dejar salir al soldado, me rompía el corazón.

Sentí como su mirada se cruzó con la mía, como sus ojos intentaban fulminarme, fue como si la misión de su cabeza hiciera un clic, deduciendo de que ahí estaba su presa, justo frente a él.

— ¡¡Meggs, ahora!! – gritó Shuri por el pinganillo, pero no le hice caso, no podía moverme, estaba completamente perdida en la mirada del soldado.

— ¡¡Meggs reacciona!! – volvió a gritar – necesito que lo duermas, no es tan difícil, solo debes apretar el botón.

Escuchaba la voz de Shuri cada vez más lejana, mientras sentía como T'Challa me zamarreaba ligeramente, para hacerme reaccionar.

Pero sus ojos todavía me fulminaban y yo para mis adentros pedía que me devolvieran a James, no quería a ese soldado, quería a mi James.

— ¡¡MEGGS!! – escuché que Shuri gritaba por el micrófono que conectaba con los parlantes de la sala. – aprieta el botón para dormir a James.

Heridas de guerra | Bucky Barnes Where stories live. Discover now