Él coloca una mano en mi cintura para tirar de ella, al sentir su cuerpo contra el mío hizo que una oleada de placer corriera por mi cuerpo. La forma que tiraba de mi labio inferior era lo más excitante.

Calmar su dolor con sexo. Están Alexander.

Todo estaba bien, pero en el momento que tocaron la puerta, todo se fue al caño.

Nos separamos al instante de escuchar la puerta, y con enfado me acerque abrir.

Al abrir la puerta una gran sorpresa se apodera de mi al ver a Alexander parado con una gran sonrisa.

—Tenía las esperanzas que no me contrarías, pero aquí te tengo —anuncio fingiendo una sonrisa.

—Soy un hombre muy dedicado —Alexander dice para tratar de entrar, pero lo bloqueo —, déjame entrar.

Alexander cambia su sonrisa por una cara de pocos amigos. Como odio esa cara que pone, hace que sienta escalofríos con verla.

—Sabes mi nueva madre odia las visitas de extraños —me encojo de hombros —así que... Adiós.

Estaba por cerrar la puerta, pero Alexander puso su pie.

Genial hoy habrá un asesinato.

—A quien ocultas —Alexander dice para empujar la puerta y pasar de una vez por todas.

Él era mucho más fuerte que yo, que podía hacer... Tenía que distraerlo.

Corro hacia él para detenerlo, pone una cara enojada mientras trata de apartarme.

—! Alexander, por favor no hagas nada que te puedas arrepentir! —chillo para taparme los ojos.

Listo ahora me matará.

—Estas más rara de lo normal —Alexander dijo con tranquilidad.

Al abrir mis ojos observo que nadie está en la sala. Solo estamos yo y Alexander.

—Todo bien solo estaba jugando —sonrió con nervios —, ahora dime por qué razón viniste hasta aquí.

Pablo esperó que estés bien, donde quieras que estés.

—Cuanto cariño —soltó, tomaba asiento en el sofá —. Obvio que viene para excepcionar que todo esté bien.

Es muy lindo de su parte venir hasta aquí, pero yo le deje en claro que no quiero ningún tipo de relación con él...Al final de todo se casará con Natalia y yo quedare como una tarada.

—Lo que te dije esa noche era verdad, Alexander. Yo no quiero estar contigo porque al final te casaras y tendrás una familia con Natalia —admito con obviedad.

El ladea su cabeza para mirarme con una sonrisa arrogante.

—Si tú me lo pides, Alessandra, yo mismo dejaría a Natalia —Alexander admite mirándome con esos ojos azules tan penetrantes.

No puedo respirar.

Yo me quedo con la palabra en la boca para salir corriendo hacia mi habitación y encerrarme.
Alexander es capaz de dejar a Natalia por mí.

Que hombre en su sano juicio me elegiría, soy loca, bipolar y depresiva. Natalia es todo lo contrario a mí.

Escucho como empieza a tocar mi puerta Alexander con calma mientras me murmura que abriera, pero estaba en shock.

—¡Lizzie!, ¡Lizzie!, ¡saca a este hombre de la casa! —grito para ser escucha por Lizzie.

***

Alexander

Pecados. (POR CORREGIR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora