— Hemos encontrado la cura, Draco. ¿A qué le tienes miedo?
— A que no resulte como esperamos.
— Resultará.— le aseguró.
Colocó una mano sobre su hombro y le dio un leve empujón. Entonces se subió a su regazó, con las piernas a sus costados, y su largo cabello cenizo cayéndole al costado de la cara. Se subió el camisón hasta la cintura, para que sintiera la piel de Draco contra la suya, e inclinó el pecho hasta sentir el de Draco presionando el suyo, entonces besó sus labios.
Draco sonrió sobre sus labios y volteó a ver el reloj que adornaba la mesita auxiliar a su lado.
— Son las cinco de la mañana, Isabella.
— ¿Y?
— Falta poco para que los niños se levanten. Necesitamos llevar a Scorpius al andén.
— Y lo lleváremos, después de follar.
Él se pasó la mano por debajo de su cabeza y observó a Isabella frotarse sobre su pene en círculos. Ella llevó las manos a su camisón y tiró de el, desnudándose por completo.
Acarició sus curvas y ahuecó sus senos. Draco la cogió de la cadera y la alzó un poco.
— Colócalo dentro de ti.— ordenó.
Ella se mordió el labio inferior y llevó la mano al pene de Draco, entonces lo introdujo en su interior, bajando lentamente por el, hasta sentirlo en su profundidad. Jadeó y empezó a mover las caderas.
— Dolcezza, qué preciosa estás montándome a las cinco de la mañana...— murmuró él, y volvió a llevarse la mano a su nuca.
Ella aumento la velocidad de sus caderas, subiendo y bajando por el pene de Draco. Montándolo como había aprendido a hacerlo hace quince años atrás cuando se casaron.
Los gemidos abandonaban los labios rojizos de Isabella, llenando la habitación de sus gemidos y de su piel contra la de Draco.
Echó la cabeza hacia atrás y volvió a ahuecar uno de sus senos.
Draco llevó su mano al clitoris de Isabella, y con un dedo comenzó a frotar su clitoris en círculos mientras que ella volvía a menear sus caderas contra las de él.
Escucharon unos pasos y pararon sus movimientos, viéndose con los ojos muy abiertos.
Al escuchar la manija girar y la puerta chirriar, Bella se tiró sobre el pecho de Draco, y Draco le cubrió la espalda con la manta.
Ambos giraron la cabeza y vieron a Hydra con el pelo castaño desgreñado y una sonrisa sobre su pálido rostro. Estaba en el umbral de la puerta, con un peluche en su mano.
— ¿Papi? ¿Mami?
— ¿Sí, Hydra?
— ¿Por qué mami está quejándose tanto? ¿Le duele algo? — preguntó, con total inocencia.
Draco reprimió una carcajada.
— A mami no le duele nada — aseguró Draco, en un tono divertido —. ¿Cierto, mami?
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Arranged marriage. (D.M)
FanfictionIsabella Rosier siempre ha soñado con salir de Hogwarts y dedicarse a lo que más le gusta. Sin embargo, sus padres tienen otros tipos de planes para ella; unir su vida a la de Draco Malfoy. 𝐃𝐨𝐬 𝐚𝐥𝐦𝐚𝐬 𝐜𝐞𝐠𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐚 𝐚𝐫𝐫𝐨𝐠𝐚𝐧...
EPÍLOGO
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