La habitación 5, ¿verdad?

¿Eh? ¿Sabes de la habitación 5? —preguntó Kibe.

N-no... no lo sé...

Sí... no quería recordarlo.

Maldito... tu uniforme te queda bien... —se quejó mientras iba a su habitación.

Sí... sí... —confirmó mi otro amigo.

Al menos esto terminó bien... bueno, no tan bien, pero... meh...

¿Y Kuribayashi? —pregunté acompañándolos a su sala.

Él ha estado enfermo estos días. —explicó usando su laptop.

Normalmente va a la universidad, pero no ha ido estos días...

Uh... creo que... ¡¡Soy un mal amigo!!

Ustedes, miren esta noticia... —volvió a hablar mostrando su teléfono— Desde el 31 de octubre, fecha en la que volvió a las redes, solo ha escrito un tweet de desconfianza y es "Nunca más me enamoraré".

Que miedo... espero no haya cambiado de forma tan extrema...

¿Hey, tienes alguna idea de lo que pasó? —preguntó Kibe.

¡Eh! ¡Ni idea! ¡No sé nada!

Yo... en realidad sabía que había pasado... Desde aquel día... las cosas habían cambiado... Nosotros no volvimos a ser los mismos... nuestras vidas habían cambiado por una simple chica...

¿Huh? ¿Kuribayashi-san?

Sí... creo que deberías disculparte con él por lo sucedido...

Pero... —respiró hondo— Él ya está en el pasado... no creo que sea muy importante...

Lo entiendo... pero... dejando de lado ese tema... ¿Por qué trabajas aquí? ¿No tienes el dinero suficiente con lo del alquiler? —pregunté curioso.

Yo no me he alquilado desde que empecé a salir con Kazuya-kun... ¡Y si tanto estás en desacuerdo con esto, renuncia de aquí cuando quieras! Pero... ¡Si te escondes otra vez, te encontraré tarde o temprano!

Eso no pasará. Pero esa forma de buscarme... es un poco preocupante...

Yo... en verdad lo siento por Kuribayashi-san. Hice todo esto para acercarme a ti... Para poder ser tu novia... —explicó tranquilamente— Es solo cuestión de tiempo para que él encuentre a su verdadera media naranja y sea feliz...

¿Era eso así? ¿De verdad existía eso de "media naranja"? Espero que sí...

Por el bien de casi todas las personas de este mundo... espero que sí...

Por otro lado, ¿Qué vas a hacer el sábado que viene? —preguntó recuperando sus ánimos.

Haa... ya te dije que estoy ocupado... Además, me acabas de amenazar con buscarme hasta en el mismísimo tártaro... por favor... no cambies de tema tan de repente...

¿Eso es un "no"?

No tenía caso hacerle entrar en razón. Simplemente empecé a hacer mis labores y la ignoré un poco... sí... un poco...

¡Y por fin! ¡El momento que todo joven espera!

¡Mi primer salario del año! Este pago es... por mis 4 días de trabajo...

Un cambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora