Capítulo 43

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Hay un tipo de tristeza qué no te hace llorar, es cómo una pena qué te vacía por dentro y te deja pensando en todo y en nada a la vez, cómo si ya no fueras tú, cómo si te hubieran robado una parte de tu alma.

Pov Callie

"Las personas aman sin pensarlo,
se enamoran sin darse cuenta
y pierden en el momento menos esperado"

Lo peor es tener esa sensación de un nudo en la garganta pero igual en el pecho, tener la sensación de querer tirar todo, gritar lo más qué puedas, llorar hasta más no poder, salir corriendo en busca de eso o más bien de esa persona qué estuvo siempre ahí, pero de igual manera sabes, qué la has perdido.

Probablemente ir en un avión llorando desde qué saliste del aeropuerto dejando atrás el lugar dónde creciste, dónde dejaste a grandes amigos, dejar la casa qué me dejaba bellos recuerdos, a pesar de los malos siempre estaban presente los buenos, tener qué dejar a tu padre por sus decisiones inmaduras, y por supuesto, dejando a el amor de mi vida. Ahora tener qué viajar hacia un lugar dónde empezaría una nueva vida por así decirlo, una vida qué jamás pedí y qué no quiero, sólo el pensar de estar con ellas revolvía mi estómago, mis ojos se inundan de lágrimas, mi cabeza y pensamientos crean escenas de sus malos tratos hacia mi, de sólo pensar todos y cada uno de los recuerdos de hace algunos años vienen hacia mi, saber qué probablemente llegando a ese lugar no sería bien recibida y sólo me habían aceptado ahí por compromiso, me ponía a pensar qué tal vez me tendrían cómo su esclava y si no era eso se la pasarían humillandome todos y cada uno de los días qué estuviera ahí, dejar todo atrás simplemente por amar, estar volando hacia el lugar dónde menos queria estar por amar, recibiendo la inmadurez y rechazo de mi padre por amar, y dejar a la persona qué amas por el simple hecho de qué esa relación no podía ser posible.
Sólo imaginen el dolor qué causa estar siendo separados obligadamente de la persona con la qué idealizaste tu vida en un futuro, el dolor qué causa estar viajando pensando en esa persona y queriendo qué con el paso de los años esa persona pueda mantener su sonrisa y ser feliz sin ti.

Y afortunadamente ese, ya no era mi caso.

Correr, correr y correr, era lo único qué podía hacer en estos momentos, pequeñas gotas de lluvia caín sobre mi y por la calle, estar corriendo cuándo ya acababa de anochecer, pero no me iba a detener hasta llegar y tenerla nuevamente en mis brazos.


Horas antes

-Dame solo una, una sola razón para qué pierdas el avión y no tengas qué irte-

-No pienso darte más razones papá, te he dado demasiadas cómo para qué me pidas más, ahora a seguir caminando qué si no pierdo el avión- dije dispuesta a darme la vuelta y seguir caminando

-Pues pierdelo- dijo haciendo qué me diera la vuelta y lo viera en la misma posición en la qué se había quedado

-¿Qué?- pregunté sorprendida

-Qué lo pierdas, yo, lo estuve pensando desde qué me dijiste todo eso en el carro y ver cómo Arizona y tú se despedían me hizo darme cuenta qué de verdad mi inmadurez estaba siendo demasiada, a lo lejos y desde esa vez qué estuvimos acampando me di cuenta de el gran cariño qué se tienen e hija créeme qué no quiero qué tú vida se vuelva un infierno después de todo lo qué has tenido qué pasar, cómo dices y cómo yo dije siempre te apoyaré y estar para ti en todo y cumpliré eso, se qué me comporté cómo un total inmaduro desde esa vez qué las descubrí besandose y tal vez no pensé las cosas y sólo actúe, pero pierde ese avíon, quédate y ve por ella, voy a apoyarte en esto hija y si estar con ella es lo qué te hace y hará feliz, adelante, ya no pienso interponerne más- el había empezado a llorar

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