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Ferran se preparaba para irse a su rehabilitación en las instalaciones de su equipo, regularmente su rutina era primero desayunar en su casa para solo llegar a cambiarse y estar listo para entrenar. Liz había salido porque hoy regresaría a su trabajo y cómo había pedido días extra pues tenía que reponer aquellas horas que perdió, lamentablemente tenía que hacer jornadas dobles.

Ferran se oponía a aquella idea y estaba dispuesto a ayudarle a Liz. Ella se negaba ya que quiere ser independiente, algo que el español le atrae de su novia.

Mientras se preparaba el desayuno, le llegó una videollamada de parte de su hermana mayor.

-Ferran!!- saluda Rebeca.

-Hey, Becky!!- él era el único que la llamaba "Becky"

-Ay si! El hermano si la puede llamar "Becky" pero el esposo no- y Marcos Llorente, el esposo de Rebeca, se empeña en demostrarlo.

-Ya, amor. Te amo y lo sabes- le lanza un beso.

-Que onda, cuñado?- saluda Ferran amigable.

-Haha. Mi compañero de selección favorito!- halaga el español rubio.

-Si buscas mi aprobación, así no la obtendrás- alza una ceja.

-Ehh... muy tarde para eso...- se acerca el jugador del Atlético de Madrid para besar a su esposa -Ya me voy, amor.

-Vale, que tengas un buen día- se despiden dejando al hermano con la duda.

-Becky, a qué se refería Marcos con aquello?

Rebeca traga saliva -De eso te quería hablar. Marcos y yo esperamos un hijo!- da a conocer la historia haciendo que Ferran casi se ahogue con lo que traía en la boca.

-Joder, Becky!! Felicidades!!!! Se lo merecen!!! Los dos van a ser unos grandiosos padres!!- aplaude de la emoción.

-Gracias, hermanito. Sabes que significa mucho para mi contar siempre con tu apoyo- confiesa Reb con una lágrima saliendo de su ojo.

-Para qué están los hermanos? Voy a ser tío!!!

-Ejem, de hecho...- interrumpe la española -Marcos y yo lo hemos estado pensando. Y la última vez que te vimos junto con Lizbeth nos la pasamos increíble, así que les queríamos pedir si pueden ser los padrinos de nuestra futura cría- pregunta Rebeca.

Ferran abre los ojos como plato -Woah... de verdad, Becky?

-Mmh, si. Tal como oíste. Esta puede ser una oportunidad para que a nuestros papás les agrade Liz. Yo la quiero mucho como cuñada y sé que es la indicada para ti- explica Rebeca desde muy fondo de su corazón.

-Aww! Becky... no sabes lo importante que esto será para Liz!

-No es nada, Ferran! Tu eres una persona muy importante en mi vida haciendo que quiera contar con tu apoyo para siempre.

-Te amo, hermanita.

-Yo te amo más, hermanito. Luego te doy más a detalle cómo estará el asunto- revela finalizando la llamada.

Sin duda este sería el paso que buscaban para fortalecer su relación.

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Lizbeth estaba como loca buscando unos artículos para reforzar sus argumentos en un nuevo proyecto. Sin dudas estar fuera del trabajo conlleva a muchas cosas estresantes.

-Aquí están, Liz- llega Fer con unas carpetas en la mano.

-Ayy!! Eres mi héroe!- exclama con alivio.

Fer sonríe -Sabes que sería una buena idea? Que alguien estuviera dispuesta a ayudarte con tanto trabajo.

-No tengo dinero para pagar por un asistente- responde Liz distraída en su computadora.

-Ni tampoco me refería a un asistente- Fer hace que Liz la mire directo a los ojos -Quizá una de tus amigas o Vianey pueda ayudarte- insiste Fernanda.

-Ay! Fer! Nunca te pediría tal cosa. También no puedes hacer a un lado tu trabajo.

-Piensa en otras de tus amigas. Me imagino que hiciste amistades en Londres.

Liz reflexiona sobre las amistades que ganó mientras estuvo en Londres. Danny Petrenka y Marlene White. Dann sería imposible pues espera un hijo aunque apenas lleva poquito más de tres semanas embarazada, quizá pueda ser una opción. Y Mar podría ayudar, si mal no recuerda Liz, Mar había decidido tomarse un año sabático para liberarse del estrés que la abrumaba la escuela, tal vez el venirse a Manchester sea su posibilidad.

Ahora, Vianey estaba formando una relación con Benjamin y no quería ser la causa de que se detuviera. Tampoco quería preguntarle pues sabía que su hermana mayor instantáneamente le diría que si. De todas maneras valdría el intento.

-Puede que tenga posibilidades. Tendré que comentarles a ver si pueden venir- con tan solo pensar en la idea de que Dann, Mar o Vian puedan ayudarla un peso más se va. Podría pasar más tiempo con Ferran.

-Ya ves! Todo en esta vida tiene solución- rescata Fer y cuando Liz tuvo tiempo libre consultó con ambas amigas y también con su hermana ver si podrían venir a Manchester. Las tres tenían que avisarle a sus respectivas parejas pero era un "si" casi definitivo.

Más tarde, en la noche Lizbeth le comentó a su novio que estaba muy segura de poder pasar tiempo con él. Le planteó el plan que tenía y el corazón de Ferran palpitaba a más no poder. Estaba muy feliz de que esto saliera como esperado y así poder contarle la sorpresa que le tendría.

Con todo esto pareciera indicar que su relación se estaba curando.

𝐈'𝐌 𝐍𝐎𝐓 𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐑𝐄𝐒𝐓 :: 𝗙𝗘𝗥𝗥𝗔𝗡 𝗧𝗢𝗥𝗥𝗘𝗦Where stories live. Discover now