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Faltan cuatro días para el baile de graduación, cae en sábado y la entrega de papeles es el domingo en la mañana. La universidad a la que me inscribí es demasiado grande, ya la fui a ver junto con mis padres y nos regresamos el mismo día ya que está a una hora de aquí. La única persona que sabe a qué universidad iré es Nicole, le diría a Ethan pero de seguro el le diría a Aidan y no quiero. En vez de estar entusiasmada me sentía triste, ya no veré a mis amigos, y también seré tratada como una adulta.

Nunca quise que llegará este momento, porque cuándo menos te lo esperas ya tienes tu vida echa y no puedes revertir el tiempo.

—¿Quieres que vaya hoy a tu casa para ayudarte a guardar tu equipaje?— pregunto Nicole a un lado mío mientras caminabamos por los pasillos.

— Sí, Porfavor — llegamos a la cafetería y compramos unos dulces. —Todavía me falta guardar la ropa de verano y algunas otras cosas —.

— No quiero que te vayas —.

— Nicole, es un hecho, ya me inscribí en esa universidad — ella suspiró. —No hay nada que pueda hacer —.

— Está bien, lo entiendo—.

Le sonríe un poco y nos dirigimos a las canchas mientras comíamos nuestros dulces. De repente un balón golpeó en la panza a Nicole y le saco el aire, me incliné a su lado suyo y trate de calmarla.

— Perdón Nicole, ¿Estas bien? — subí para ver quién era y rodé los ojos.

— Con una disculpa no me quitas el dolor, idiota — respondí cortante.

— Ana, por favor, tenemos que hablar —.

—¿Que no ves que estoy tratando de cuidar a mi amiga? — pregunté enojada.

— No te preocupes Ana, ya estoy mejor — contesto Nicole.

Le hice señas con la cabeza para tratar de decirle que no quería hablar con Aidan, ella solo se río y comenzó a irse.

— Los dejo, te veo luego Ana —.

Gruñi molesta y me gire para ver a Aidan.

— No quiero explicaciones — me crucé de brazos.

— Sí las quieres, al final de mi entrenamiento te explico todo —.

Había perdido mi orgullo ayer cuando le grité que lo quería, no podía mirarlo sin querer besarlo o abrazarlo, él me hace débil.

— No tiene caso arreglar las cosas — murmuré.

— Si tiene caso Ana, porque se que tú me quieres, al igual que yo a ti —.

— Si me quieres nunca habrías besado a aquellas chicas a mis espaldas —.

— ¿Que? ¿Cuales chicas? Yo solo bese a una y por una razón explicable —.

— ¡No te hagas el tonto! Dylan me enseñó un vídeo donde besabas a otra chica detrás de las gradas —.

—¿De qué me estás hablando? ¡Yo no bese a ninguna otra chica mientras estaba contigo! —.

— ¡Claro que lo hiciste y Dylan tiene pruebas! — grite con rabia. — Ya deja de buscarme Aidan, ya no eres mi problema —.

Salí de ahí lo más rápido que pude. Siempre hay problemas en la vida, y Aidan Gallagher era el mío.

☁️

Inicio de maratón, 1/7

Pɑpers Plɑnes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora