Pɑpers Plɑnes

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— ¿Como que te vas de la ciudad? —.

Estaba hablando con Nicole, le estaba contando que mis padres planean dejarme en una universidad donde también puedes vivir ahí, como un internado. Ahí está la carrera que quiero y aquí no hay, si quiero progresar tengo que irme de aquí.

— Ya te lo explique Nicole —.

— Lo se pero aún no lo superó, te voy a extrañar —.

— Yo tambien Nicole —.

Íbamos caminando hacia la siguiente clase, nos sentamos en nuestros respectivos lugares y esperamos a que comenzará la clase.

— ¿Aidan lo sabe? —.

— No —.

— ¿Y piensas decircelo? —.

— No —.

— ¿No sabes otra palabra que no sea 'no'? —.

— No —.

Nicole rodó los ojos y en eso entró el maestro indicándonos que guardaramos silencio.

Ya era la hora de salida, últimamente me he separado de mis amigos, creo que después de todo lo que me ha pasado en las otras escuelas a las que fui me han dejado mal emocionalmente. Siempre fui el perro faldero de otras personas sólo para encajar ya que era la chica nueva, no quería quedarme sola y además así era más fácil. Digamos que yo nunca fui popular.

Estaba caminando hacia mí casa cuando de pronto se escuchan unas pisadas detrás de mí y alguien me jala del brazo.

— ¡Me asustaste tarado! — le grité a Aidan.

— Lo... siento — respiraba entrecortado por haber corrido.

— No me importa, vete de aquí —.

— ¡Espera! —.

— ¡No quiero hablar contigo, Aidan! — suspiré. — Solo vete, Porfavor —.

Me di la vuelta y me apure hasta llegar a mi casa, Aidan iba detrás de mí gritando que me detuviera pero le cerré la puerta en la cara. Estuvo tocando la puerta durante dos horas, yo simplemente me encerré en mi habitación y lo ignoré toda la tarde, trató de escalar hasta mi ventana pero antes yo le había puesto candado así que no pudo abrirla.

— Idiota — susurre para mí misma — No necesito tus explicaciones —.

Cuando por fin pensé que alguien me quería de verdad, algo sale mal y terminan poniéndome a un lado, vaya vida la mía.