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El baile de graduación era dentro de cinco días, me había amargado estos días por la misma razón. No quería ver a nadie, ni siquiera a mis amigos, pero no tenia que faltar esta última semana ya que era tiempo de entregar trabajos, tareas, proyectos y todas esas cosas.

Solo tengo que aguantar una semana.

— Necesitamos hablar, Ana — llegó Aidan a mi lado.

— no quiero hablar contigo vete de
aquí —.

— Ana, Porfavor —.

— Aléjate de mí Aidan — camine más rápido para alejarme de él pero me volvió a detener.

— No puedo estar sin ti, escúchame —.

— ¡Te escuche cuando le decías a la chica que no me enterara de que se besaron! — grite y Aidan me soltó, sorprendido.

— ¿Que escuchaste exactamente? — preguntó y poso sus manos en mis hombros.

— ¡Todo! ¡Escuche todo! — me zafé de su agarre — Eso me dolió bastante, Aidan — susurré.

— No, Ana, las cosas no fueron como tú piensas — trato de explicar.

Lo empuje con coraje y los ojos se me llenaron de lágrimas.

— ¡Yo si te quiero Aidan! ¿Y tú te besas a otra? Se que no te puedo reclamar nada porque nunca fuimos novios, pero quería que lo supieras —.

Aidan se quedó estático en su lugar, después su mirada fue de sorpresa al ver cómo comenzaba a llorar.

— No, no llores, me rompes el corazón — limpio mis lagrimas cariñosamente.

— Tú ya rompiste el mío — susurré.

Aleje sus manos de mi rostros y me fui de ahí, limpié mis lagrimas en el camino e hice como que no había pasado nada.

Solo aguanta una semana.

Pɑpers Plɑnes Where stories live. Discover now