06; Atracción

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Los malos pensamientos se habían disipado, pero de algún modo se sentía como si ya no pudiera diferenciar entre lo estaba bien y lo que no, creando una lucha interna dentro de su cabeza, cuando sólo quedaba algo tan cálido abrazándolo, tan lejos y a la vez tan cerca, lo único que podía reconocer era la sensación de estar ahí. Y entendió lo que estaba haciendo.

Más allá de la simple atracción física, quería quedarse así por mucho tiempo. Incluso si sólo era momentáneo, todavía recordaba el sentimiento de estar atraído por alguien. No sabía si podía siquiera compararlo, pero era lo único que tenía, cuando todo era más sencillo, llevándose con él un sentimiento agradable, seguro e inocente. Está vez era completamente distinto; Salvajismo puro, instinto irracional, y sobretodo, necesidad. No, Takemichi no era un animal sin pensamiento coherente que sólo se dejaba llevar por su calor y sus hormonas. No era correcto pensar que de algún modo necesitaba de Mikey.

—Te he traído comida. Venga, Takemitchy. Di "ah" —Mikey tenía una sonrisa paciente en su rostro.

Pero incluso si el alfa llegaba al punto en el que insistía en alimentarlo con sus propias manos, eso no es como que lo molestara exactamente.

El omega se estiró con pereza, mirándolo con curiosidad inclinó un poco su cabeza hacía adelante para olisquear lo que había traído para él, no fue hasta ese momento que su nariz se arrugó y corrió su rostro a un lado con disgusto.

—No has comido —volvió a decir en tono más pausado, a lo que Takemichi sólo hizo un gesto molesto—. Aceptaste que te cuidara.

—Pero esto es demasiado, y no tengo hambre de todos modos.

De hecho no se esperaba que el alfa fuera tan lejos, no terminaba de comprender si lo hacía para burlarse de él o si era tan dedicado. Desde cuidar sus heridas, vestirlo con su ropa y alimentarlo como si fuera un niño. Pero lo peor no era eso, Takemichi estaba avergonzado, enojado y patéticamente encantado con cada atención.

¿Qué si estaba enloqueciendo? Probablemente sí.

—¿No tienes hambre o es que simplemente no te gusta? —preguntó mirándolo fijamente—. Lo que sea, lo traeré para ti. Dime que quieres.

Se debatió un poco, mordiéndose el labio en frustración, no era tan bueno resistiendo, eso ya lo había confirmado, se encogió de hombros y se volvió a Mikey mirándolo tímidamente.

—Patatas fritas.

El alfa frunció ambas ceja.

—¿Hablas en serio? ¿Patatas fritas para desayunar? —alzó una ceja al ver que Takemichi no respondió nada—. Eso no es comida real. Ni hablar.

—Pero dijiste que me lo traerías. Y yo... he pasado por mucho... —sus ojos casi estaban al borde de las lagrimas.

Lo observó un rato largo, los ojos oscuros de Mikey se apretaron. La manipulación era un poco evidente. Suspiró.

—¿Realmente vas a llorar por unas patatas fritas? —no pudo evitar sonreír de vuelta—. Que omega tan caprichoso. Bien, bien, lo conseguiré para ti, pero tienes que comer adecuadamente primero.

Bufó haciendo un puchero, estaba irritado, y demasiado sensible, más de lo normal por diferentes razones y aunque en parte ya sabía el porqué, habiendo estado tanto rato, única y exclusivamente con Mikey, envolviéndolo y mimándolo, comprimiéndose en cada parte de él, no era de extrañarse que estuviera desarrollando una especie de afecto.

Finalmente le hizo caso y en silencio tomó está vez el tazón completo para comer por su cuenta. No fue incomodo, habían tenido varios silencios estando allí. Mikey sólo observó a Takemichi comer sin mucha gana, y entonces volvió hablar.

No traiciones tus instintos [MiTake]Where stories live. Discover now