05; Protección

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La cabeza de Takemichi daba vueltas, sus extremidades se sentían tan frías que dolían un poco, temblando a causa de los nervios impertinentes y su respiración entrecortada.

Todo era culpa de esos tontos instintos salvajes, Takemichi no era un animal que se iba a someter a su propia humillación sólo porque estaba en el deber del omega dejar que el alfa lo controlara. No era ese tipo de persona, Takemichi siempre había querido tener eso definido, y aún así...

Con una declaración como esa, su omega que de por si había estado alterado, había saltado en una extraña necesidad.

Repitiéndose eso en esta situación, su cuerpo le instaba a rendirse, como si anhelara que sucediera. ¿Estaba perdiendo la razón ya?

Mikey lo observaba desde allí, después de haber cruzado la línea de su nido, sin escucharlo siquiera rechistar. Por la expresión que tenía, no había duda en que estaba disfrutando ver al omega así, tal vez incluso estaba probando cuanto más podría aguantar hasta verlo romperse por él finalmente.

—¡Es-Espera! —logró decir entrecortadamente cuando su voz regresó, consciente de lo muy patético que se estaba viendo—. ¡Eso... Eso no es a lo que me refería! ¡Y-yo...!

Mikey llevó una mano a su cara ahogando una risa.

—¿No? Pero dijiste que si te pagó estaría bien. Oh, no me digas ahora que te estás echando para atrás...

El labio inferior del omega tembló sobresaliendo. Sin poder continuar mirándolo de frente, llevó su cabeza a un lado, evadiéndolo.

Probablemente sus niveles de frustración estaban sobrepasándose un poco. Podía imaginar más o menos el porqué. Quería en parte echarle un poco de la culpa a su padre, maldiciéndolo mentalmente de llevarlo a esta situación desde un principio, y también de haber heredado su horrorosa capacidad para negociar.

Las cosas sucedieron y seguían sucediendo demasiado rápido, tanto que apenas y podía pensar con prudencia, y aunque no es que tuviera opciones, tampoco estaba en condiciones. Su salud mental había estado en peligro, al igual que su propia vida. Era lógico que su omega se hundiera en su contraparte salvaje y no sólo eso también quería consuelo, precisamente de ese alfa.

Y aunque no estuviera del todo de acuerdo, estaba empezando a considerarlo un poco. Si tenía cuidado, podía hacer que esto funcione.

Ya daba igual, sólo tenía que cumplir las órdenes de Kisaki, ese era su objetivo principal. Pero un cargo de consciencia se empañaba en atormentarlo. No quería tomar de nuevo otra decisión equivocada. En ese entonces, pensó que el alfa sería el remedio perfecto que necesitaba para solucionar sus problemas, las deudas con el banco y el tratamiento de su madre. Por supuesto, era mucho más fácil pagarle el favor a un amigo que lo ayudaba en un momento delicado, claro que todo fue una gran mentira al final, llevándolo a una realidad mucho más compleja. Así que no podía confiar en Mikey, e incluso si se equivocaba, no era un riesgo que debería correr.

Pero tal vez, existía una mínima oportunidad. Este era el alfa que hacía reaccionar a su omega de esa forma, había una parte de él que debía encontrar al hombre como su compañero ideal y con el que quería estar, incluso si no lo conocía del todo. Si no había otra manera más que aprovecharse de esto, entonces, debía de pensárselo.

Pero bien, era un poco irónico el como en ambos lugares parecía que su trasero estaba en juego, aunque... en sentidos un tanto diferentes.

Takemichi hundió la cabeza en un su nido, ocultándose en sus manos y acurrucándose en si mismo. Gruñó muy suavemente, emitiendo un quejido desde el fondo de su garganta.

No traiciones tus instintos [MiTake]Место, где живут истории. Откройте их для себя