-Tengo cosas que hacer. 

Bastó que le quitara la mirada por un par de minutos y ya no veía a Taehyung ni al rey por ningún lado. Lo cual le preocupaba pero al mismo tiempo no quería saber en qué cosas andaban esos dos.

-¿Me concedes un baile?

-¿Cómo dices?

-Que si quieres bailar conmigo.

-No podría, solo soy un sirviente, tu debes bailar con...- "recuerda el plan Kook, debes mantenerlo alejado del rey Yoongi para que Tae pueda tener la noche de su vida." pensaba para si mismo.- Esta bien, solo una pieza.

Y entonces bailaron, bailaron casi toda la noche. Kook olvidó sus preocupaciones y solo disfrutó bailar con este bello extraño. Tan delicado, se movía con tanta gracia, tan alegre. Era capaz de librarlo de sus miedos e inseguridades. Como le gustaría poder desposarlo. Estar con él toda la noche, toda la vida.

De algo no se había percatado ninguno de los dos hermanos. Min Yoongi en efecto, tenía un plan, y ya lo estaba poniendo en marcha. Le había ofrecido una copa a Taehyung, copa en la cual había vertido un pequeño brebaje, nada venenoso, mas bien un afrodisíaco que demoraba en hacer efecto, insípido, inodoro, incoloro, el arma perfecta. Sabía que estaba haciendo efecto cuando notó la respiración de su compañero de baile un tanto agitado.

-Se está haciendo tarde su alteza... 

-Por favor, rey Yoongi, pase la noche aquí.

-Esa es una invitación muy atrevida su alteza, ¿lo sabe?

-No me interesa, yo reino aqui, nadie me dirá que no... solo... por favor... quédate.

Entonces, Yoongi se acercó a su cuello y en un susurro casi inaudible le dijo de una manera burlesca.- Jamás creí poder ver al gran rey Kim Taehyung rogando por algo. Creí que siempre obtenías lo que querías.

-Solo quédate maldita sea. -frustrado agarró con fuerza el traje del monarca y lo acercó más hacia si.

-Tranquilo su majestad, sus deseos son mis ordenes.

Y así fue pasando el tiempo, ambos reyes jamás dejaron de mirarse, de tocarse. Si llegaban a separarse uno del otro, la química que tenían el uno con el otro era igual de intensa que cuando estaban juntos. La gente poco a poco se iba retirando del salón y desde afuera Jungkook trataba de convencer a Jimin de que se fuera sin su acompañante.

-Explicame algo... Hasta donde yo tenía entendido el rey... era solo un príncipe. 

-¿Quien? ¿Yoongi?

-Si, tú y él parecen muy cercanos.

-Pues, hay muchas cosas que no puedo contarte Jungkook...

-¿Porque soy un sirviente?

-Además. Porque recién nos conocemos.

-Aunque siento que te he conocido de toda la vida -dijo cabizbajo casi para si mismo, esperando que Jimin no lo haya escuchado. -Oye y... perdón, oiga su majestad... ¿Desde cuando es príncipe?

-También está dentro de las cosas que no puedes saber pero... desde hace un par de meses. Me propusieron matrimonio, aunque todavía no soy un príncipe por completo... solo soy el prometido de... ¡No puede ser!

-¿Qué sucede? 

-Mira la hora que es, ya debemos irnos.

-Por favor su alteza, concédame una hora más, no he podido conocerlo bien aún. 

-Mira, te daré esto. -Le hace entrega de un espejo con una flor de loto por la parte de atrás. -Cada vez que pienses en mi. Toma este espejo contigo, entonces verás en qué estoy pensando yo en ese mismo momento.

-Quiero seguir viéndote.

-Podemos vernos, pero a escondidas, no quiero que te metas en problemas por mi.

-Te extrañaré.

-¿Todos los días?

-Todos los días, trataré de verte.

-Entonces nos vemos pronto Jungkook.

-Nos vemos pronto, su alteza.

Mientras tanto Taehyung y Yoongi ya estaban en los pasillos del palacio compartiendo sus pasiones del uno al otro. Trataron de ser lo más discretos posible pues esta relación era una violación no solo al código real, si no a las tradiciones y a la corona. Con el cuidado de no generar mucho ruido ni de levantar sospecha el rey ordenó a las sirvientas que estaba estrictamente prohibido interrumpir en la habitación esa noche, por ningún motivo debían acercarse. -Es una orden.- comandó.

Al entrar en la alcoba real, la ropa no tardó mucho en desaparecer de sus cuerpos. Taehyung solo se dejaba llevar por las caricias del viajero. Sus cuerpos encajaban a la perfección el uno con el otro. No había necesidad de decir nada, con la mirada podían comunicarse todo. Los besos de Yoongi hacían que el cuerpo del mas joven se estremeciera en escalofríos. Aquella noche a la luz de la luna, en el castillo se sentía una atmósfera de pasión y deseo. 

Antes de terminar la velada, mucho antes de que el sol empezara a aparecer por la montaña, Min Yoongi huyó del castillo sin que nadie lo descubriera. No sin antes dejar una nota bajo la almohada que decía "Gracias por la noche más maravillosa que he podido tener. Nos estaremos viendo."

Lo que ninguno de los cuatro esperaba es que esa noche en la que iban a pactar su destino a manera de una terrible tragedia.

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⏰ Last updated: Jan 22 ⏰

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Sí, su alteza [Vkook AU]Where stories live. Discover now