Lluvia de Besos

Capítulo 9

Ambos entran y Martin y yo nos saludamos con un beso en la mejilla, vamos a mi sala ellos se sientan en un sofá y yo en uno individual que hay un lado. Martin toma una cerveza y Alexa sirve para ambas un poco de zumo de naranja, ambos me miran esperando esas respuestas que yo desconozco.
-¿Y bien? -me dice
-Esperaba que tú pudieras contarme que ocurrió anoche
-Te perdiste a mitad de la noche y no supimos más de ti -por primera vez habla Martin -Alexa casi llama a la policía, diciendo que tú no eres así.
-¡Y tiene razón! -me doy cuenta que dije eso gritando y suavizo el tono -Pero realmente no sé qué pasó, recuerdo muy poco y esta mañana desperté en la habitación de un hotel, con un hombre desnudo a mi lado y yo en ropa interior, no le vi la cara -me detengo y trago -me puse tan nerviosa que salí huyendo -.Alexa me mira asombrada como si no me reconociera, Martin no muestra nada en su rostro es como si estuviera esperando a que termine mi historia, no juzga y eso es algo a su favor -Estoy asumiendo que me acosté con él por la situación además tengo chupetones en varias zonas del cuerpo muy íntimas -Me es raro decir estas cosas frente a Martin pero no hay de otra, y yo estoy desesperada por saber lo que tanto me aturde.
-Bien, ¿recuerdas si usaste protección?
-La verdad es que no lo sé, estaba pensando ir más tarde a una farmacia para la pastilla del día después y también tengo que hacerme análisis, dios todo es un desastre, porque me comporte así.
-Esto es una mierda Abi, pensé que estarías bien, te pasaste toda la noche con Kenneth y vi cómo se besaban. Estuvieron bailando y bebiendo, mezclaron todo tipo de tragos pero estuvieron todos los tiempos juntos. Me dijiste que ibas al baño y nunca volviste te llamé mil veces pero no respondiste y supuse que estabas en casa o con él, jamás pensé que fuera a pasar todo esto. Ahora me siento culpable por no haber sido más insistente en encontrarte, estabas borracha mi deber de amiga era cuidarte -Me paro y me siento a su lado la tomo por las mejillas y nuestras miradas se cruzan.
-Ale no es tu culpa que me haya comportado como una adolecente, no tienes que cuidarme -La conozco, por eso sé que tiene tantas ganas de llorar como yo. Nos abrazamos un rato y al separarnos le sonrío porque a pesar de todo estoy bien.
-¿Qué posibilidad hay de que te hayas acostado con Kenneth?
-No lo sé, el hombre que vi estaba acostado boca abajo no le vi el rostro una almohada se lo cubría, tampoco busque pistas o traté de verlo solo huí, pero -Me detengo para invocar las imágenes de cuando desperté -. Recuerdo que tenía un tatuaje uno pequeñito en un brazo - "Sería un crimen si lo hubiera hecho con Kenneth y no lo recordara", me reclamo.
-¿Recuerdas lo que era? -Me pregunta él
-Dos letras. ¿Sabes si él tiene tatuajes?
-No lo sé, pero le preguntaré.
-No, no lo hagas, quizás después quiera saber el motivo de tu pregunta.
-Tranquila sé hacer las cosas, no soy tonto.
-Vamos ahora mismo a una farmacia.
-¿Me acompañarás?
-Claro, para que son las mejores amigas, además no estoy lista para un sobrino.
-Sabes que nunca los tendrás -Martin me mira con curiosidad, pero prefiero mantenerme callada, no tengo porque contarle mi vida privada solo porque esté con mi amiga, pero ante la intensidad de su mirada decido hablar para aclarar un poco la situación -No soy mucho de niños -Miento descaradamente, porque en verdad me encantan, miro a mi amiga y al hacerlo ella entiende el motivo de mi respuesta, solo es necesario una mirada para saber que no estoy sola en este barco, porque ella siempre me acompaña.
-Bien yo las llevo en mi auto -dice Martin levantándose de su asiento
Ambas lo seguimos y vamos a la farmacia más cercana, compramos la pastilla que necesito, Alexa propone ir a comer algún restaurante para así pasar un rato más juntos. Acepto y Martin ni duda en complacerla, este chico me tiene muy sorprendida y de buena manera, mi amiga es un torbellino andante y estar con ella puede resultar un poco estresante pero el parece maravillado ante el desorden que tiene en su vida.
Vamos a un restaurante italiano, pasamos un buen rato, comemos pizza y lasaña, charlamos y me doy un tiempo para conocer al chico que trae loca amiga y después nos dirigimos en busca de un helado. Regresamos a mi casa dispuestos a ver una película, pienso que Alexa no quiere dejarme sola y Martin no quiere dejarla a ella. Me hago la nota mental de preguntarle después sobre la relación que tiene ahora con Martin.
Al llegar a casa nos acomodamos en el largo sofá para buscar en Netflix algo para ver, en medio de esta Martin recibe una llamada y se va de la habitación, nos dice que es Kenneth y no puede seguir ignorando sus llamadas, al parecer lleva todo el día tratando de contactarlo y por estar con nosotras no lo ha hecho. Decido que es el momento perfecto para saber sobre él y Alexa.
-¿Y bien? Tú y Martín -le digo y hago un gesto con mis manos uniendo mis dedos índices
-Bueno, decidimos intentar algo serio y ver cómo va todo.
-Eso quiere decir que son novios -Aplaudo y doy brinquitos a su lado
-Chicas lo siento tengo que irme, mi amigo me necesita, Ale cuando llegue a casa te llamo -La besa y me dice adiós con la mano -Cuídate Abigail
-Me quedaré aquí a dormir, saluda a Kenneth de mi parte -el asiente y se marcha
-¿Qué habrá pasado? -me dice-Crees que sea el con quién pasaste la noche
-Ojalá -respondo y ella me da un golpecito con el codo
-Qué lástima que no quieras relaciones, con lo bueno que está ese muñeco
-Dije ojalá porque pensar que tuve sexo con un desconocido me da asco, no te hagas ideas erróneas.
-Ah pero con Kenneth no te da asco, eso significa que si te gusta, cosa que ya sabía aunque te niegues a admitir -me quedo callada mirándola -Sabes que no tiene lógica que digas que no te gusta, te vi ayer besándolo muchas veces
-Me gusta pero no quiero nada con él vale, mejor sigamos viendo la película -digo cambiando el tema
-Eso, cambia el tema todo lo que quieras, al final solo te engañas a ti misma -Nuevamente la ignoro y no respondo, me quedo mirando la pantalla de la tele, pero mi mente no deja de pensar en sus palabras, lo peor de todo es que mi amiga tiene razón, no solo me niego aceptar que me encanta también me niego a aceptar que con él podría haber algo más allá de una amistad.