13. Aunque ella no quiera.

Start from the beginning
                                    

― Gracias, no tenes porqué hacerlo.

― Si que tengo, no me voy a ir se tu lado hasta que mejores y veas que valió la pena, te quiero mucho.

Me abrazó ― Yo a vos también,  te quiero muchísimo Mateo.

La miré y tuve la intención de acercarme para besarla pero me contuve, y en ese momento se me cruza por la cabeza. esa pregunta.

¿Que tanto me gustaba Cielo? ¿Lo suficiente como para querer besarla ahora? No quería ponerla incómoda, ni asustarla mucho menos.

― ¿Queres que vayamos a tomar un helado? ― Le propongo y hace una mueca ― Dale, no va a pasar nada, estás conmigo.

Entrelacé nuestras manos y observó esa acción ― Vamos y venimos, rápido ― Determina y asiento con una sonrisa.

― Vamos entonces, agarra una campera ― Le digo mientras yo voy a buscar mi buzo y ella me hace caso, cuando vuelve ya lista, salimos.

Estaba lindo el día pero había una brisa fresca, para mi es el clima perfecto para tomar un helado.

Llegamos entre charlas a la la heladería donde ell ase pidió todo un cuarto de granizado y yo de chocolate.

― Que aburrido solo chocolate.

La miré indignado saliendo del local ― Que aburrido solo crema granizada, con mi heladito no te metes, a las piñas.

Rió ― Uh que sensible, ¿Querés cenar en casa hoy? ― La miré sonriendo, pocas veces me invitaba a comer, decía que le ponía incómoda que la viera comer.

― ¿En serio? ¡Más vale! ¿Querés que compremos ahora algunas cosas?

Negó sonriendo apenas ― No, tranqui, en casa hay de todo, ¿Vamos?

Asentí y caminamos entre risas hasta su casa.

Al llegar a esta, ella busco varias cosas en la alacena para cocinar unos ricos ñoquis con salsa.

― Nunca los hice sola, me enseñó Silvina asique rezá porque me salgan ricos.

Abrí grande los ojos y rió, no me muero ahora y no me muero más.

Ella empezó a preparar todo, no me dejó ayudarla, dijo que quería hacer las cosas por si misma por una vez y la dejé,

Cielo no necesitaba alguien en quien confiar, sino alguien que confíe en ella.

Simplemente me dijo que me sentara y esperara, hasta que me cansé de ser casi una planta y me acerqué a ella.

― ¿Te puedo ayudar en algo? Dalee ― Supliqué y rodó los ojos asintiendo ― Bueno, decime.

― Revolvé la salsa ― La miré mal y largó una risita ― Me querías ayudar, ahí está.

Así fue como me quedé cómo un boludo revolviendo y vigilando la salsa hasta que los ñoquis estuvieron listos.

Llevamos los platos ya servidos a la mesa del comedor, la mesa ya la habíamos puesto antes, entonces nos sentamos a degustar lo que Cielo había preparado.

― Quiero ver tu reacción ― Dice divertida.

― Y yo quiero saber si me vas a intoxicar o envenenar, para variar.

Rió, me encantaba su risa ― No, me viste haciendo todo tonto, no tuve oportunidad ― Agrega divertida ― Dale que quiero saber si te sigo cocinando o no.

La miré por última vez para por fin probar los ñoquis con la salsa, casi me salió un gemido de lo rico que estaban.

― Flaca, casate conmigo y vayamos a vivir juntos, por favor te lo pido, esto está riquísimo Eva ― Rió y vi sus mejillas teñirse de rojo por un instante ― Te pido tres mil disculpas, está buenísimo.

lover of mine ; Trueno [Terminada✔]Where stories live. Discover now