🎄| 4

310 39 0
                                    


.  .  .  .  .

Volkov era un hombre extremadamente pragmático y profesional en toda área de su vida, por lo mismo, sabiendo que debían convencer a sus padres de la veracidad de la relación que supuestamente mantenía con el de cresta, no permitiría errores en su plan.

Esto le llevó a proponer un breve proyecto donde en sólo dos días él y Horacio debían llegar a conocerse lo más posible, de modo que, llegado el momento de conocer a los progenitores de Volkov, la situación se sustentaría en un mayor realismo.

Aquel serio y cerrado peligris iba dispuesto a simplemente memorizar la información más relevante respecto a Horacio, sin embargo, no contaba con que realmente terminaría disfrutando de la alegre compañía del moreno, olvidando por completo su plan inicial.

El primero de los dos días que tenían para conocerse más a fondo, Viktor ofreció simplemente cenar en su piso, siendo él mismo quien cocinaría, sin tomar conciencia de cuánto esmero le estaba dando a su preparación buscando impresionar a Horacio, cosa que notoriamente salía de sus costumbres, pues usualmente el ruso solía detestar la cocina y la preparación de platillos.

Preocupándose de los últimos detalles, apagó la cocinilla justo a tiempo para oír el timbre sonar, dejando en evidencia la llegada del menor.

Enternecido le vió ingresar a su piso, admirando la elegante y soberbia decoración que allí se posaba, aquellos bicolores ojitos brillaban llenos de vida, avanzando al interior.

Y fue allí que entonces su nariz le advirtió de la comida recién preparada por Viktor, deleitado olisqueó dejando danzar por sus fosas nasales los variados aromas que lograban abrir aún más su apetito.

Cerró sus ojos, sonriendo, sin percibir que todo este tiempo había sido observado por el peligris, quien fascinado analizaba cada uno de sus movimientos.

La cena transcurrió sin problema alguno, conversando tranquilamente y compartiendo algo de información, aunque, mientras Horacio no se cortaba en contar largas historias detalladas, Viktor prefería mantener sus vivencias para sí mismo, hablando sólo cosas superficiales.

Y pese a esta diferencia, a ninguno de los dos pareció incomodar la forma de ser del otro, muy por el contrario, de alguna manera sentían que encajaban perfectamente, logrando funcionar juntos sin necesidad de cambiar algo de sí mismos.

Horacio disfrutaba de relatar extensas narraciones incluyendo cada pausa y sonido necesario, cada expresión facial y gesto corporal, era todo un espectáculo que Volkov estaba hipnotizado observando, detallando de paso cada pequeña cosa que le caracterizaba, como la forma en que sus ojitos se achinaban al sonreír, las pecas que adornaban sus marcados pómulos, el sonido que efectuaba cuando su risita se debía a alguna travesura, el ligero maquillaje que acentuaba la hermosura y el poder de su mirada... todo en él era fascinante.

Todo excepto su resistencia al alcohol.

Atónito y divertido quedó Viktor al darse cuenta de cómo con tan sólo un vaso de aquella 'chispeante' bebida que el mismo Horacio había solicitado tras la cena, comenzaba a perder control sobre su cuerpo.

Negando en silencio aquel amargado ruso comenzó a reír, aceptando que junto al de cresta jamás podría saber qué esperar, y con suma delicadeza lo tomó entre sus brazos, llevándole a su cama para dejarle descansar allí.

Quitó sus zapatos y le arropó, cuidando de él.

Despertando apenas a la mañana siguiente, Horacio aún sin abrir sus ojos pudo percibir un masculino perfume, hundiéndose más en la almohada para disfrutarlo por completo, dejando salir una risita al comprender dónde se encontraba.

Aunque el otro lado de la cama estaba completamente estirado, denotando que había dormido sólo. Medio adormilado aún se dirigió al living-comedor, encontrándose con una notita de disculpas, pues Viktor debía irse a trabajar, junto a un desayuno preparado y aspirinas.

Una extraña sensación invadió a Horacio, pues jamás había sido tratado con tanto cuidado por ninguno de sus anteriores novios, y era justamente alguien que no era nada suyo el que comenzaba a hacerle sentir así de bien. Formando una mueca en su rostro se sentó a desayunar.

Aquella misma tarde se verían nuevamente para conocerse más, antes de la videollamada con los padres de Viktor, siendo el turno del de cresta para escoger el punto de encuentro: el parque de atracciones ubicado junto a la playa, uno de sus sitios favoritos.

.  .  .  .  .

By: Pawy (@Paaaaaawy)
Wattpad: paaaawy

INTERESES volkacioWhere stories live. Discover now