|| Désere||

0.23

《Tara, 3 meses antes, Kyoto》

Había llegado al punto de encuentro, una pequeña cafetería en el centro de Kyoto, me vería aquí con Usui Mariko, un chico que debía ser familiar mío, realmente dudaba de ello, pero bien, la curiosidad es grande y el afirmaba tener información vital.

Esperaba sentada en una mesa del rincón, me había pedido un café y una rebanada de pastel de fresa, se supone que el debía llegar desde hace una hora.

-Buenas tardes -un muchacho de ojos verdes y cabello castaño se paró frente a mí- ¿usted es Tara?

-Si -señale la silla frente a mí- siéntese, no tengo mucho tiempo

-Descuide, solo vengo a entregarle esto -saco de su mochila una carpeta muy rara- aquí está todo lo que necesita saber, adiós

El joven desapareció, cuál arena en el viento, voltee a la puerta para ver si aún lograba divisarlo, pero era tarde, había desaparecido, me enderece y vi momentáneamente la carpeta en mis manos.

Tome mi taza de café y le di un sorbo rápido, seguía bastante caliente, baje la taza y tome una servilleta para limpiarme las manos, hacia todo con tal lentitud que parecía retrasarme a mi misma.

Y eso era lo más probable, no quería leer lo que contenía, el tío Nanami ni siquiera sabía que yo estaba aquí.

Me decidí, la carpeta era de un color verde opaco, la abrí y en la primera página vi varias anotaciones, junto a una fotografía de una joven, de piel pálida, cabello corto y rizado, albina y con ojos azules, bastante claros, simplemente hermosa, portaba una elegante corona en punta.

-Klass, reina del inframundo

Leí aquello en voz alta, junto a ella, un demonio bastante grande se hacía notar en otra fotografía, el podía medir casi 3 metros con facilidad, su rostro era sumamente raro, parecía una coraza lo que lo rodeaba, tenía cuatro brazos y una sonrisa torcida bastante aterradora.

Había nombres, fechas y algunas cosas dibujadas, entre ellas una mariposa muy detallada de un tono carmín con detalles amarillos. Voltee la página y vi una fotografía diferente. También de una mujer, se veía casi como una niña, pero su rostro era serio, sus ojos eran sumamente claros, como si fuera ciega por completo, tenía una cicatriz muy notable en la frente y tambien otra en el pecho, su cabello era largo y negro, sedoso y suave a simple vista, como una cascada de oro negro.

Su piel era casi gris, opaca y parecía un cadáver viviente, no tenía nombré, pero algo en su mirada -casi inexistente- me gritaba que algo nos unía profundamente.

Esa imagen expresaba horror, depresión y ansías de muerte, aquella mujer quería morir desesperadamente. Voltee nuevamente la página, para encontrar una larga carta -por así llamarla- sobre la supuesta Klass, opte por leerla, tome otro sorbo de café, estaba más tibio que antes.

《Querida Klass

El tiempo, cosa misteriosa, y debo admitir que también engañosa, nunca pretendí enamorarme de usted y mucho menos pensar en sacrificarme de esta forma para que pudiera seguir con vida, cuando la conocí, supe de inmediato que era una mocosa asustada sin idea alguna de la vida, entregada como cerdo para matadero, arrojada al vacío sin piedad. Nuestra historia empezó muy mal, yo admito arrepentirme de la forma en la cual la traté, sin respeto ni pudor alguno, pero ahora, luego de pasar tantos momentos especiales con usted, me doy cuenta de lo asustado que estaba ante esto, ante el amor, y es verdad, la amo.

Lleva una vida en su vientre, una que concebimos juntos, no obstante que no merezco admirar, huya con el bebe, sea libre, vuelva a enamorarse, mientras, prometo que haré todo lo posible por protegerla y amarla, siempre suyo.

Ryomen Sukuna》

Había investigado a Sukuna, el ‐proclamado por sí mismo- rey de las maldiciones, nunca supe que había estado enamorado, y mucho menos de esta mujer llamada Klass, había una hoja más, la cual contenía entre varias fotos, una de mi padre.

▪︎Fushiguro Toji

Se le ha encargado cuidar a la heredera de Ryomen Sukuna y Lady Klass, la princesa de las maldiciones, Akerina Diort, nombrada así por su padre -adoptivo- Lord Diort.

▪︎Luego de la muerte ‐destruccion- de Ryomen Sukuna, su esposa, la señorita Klass, decidió tomar otro camino, conoció a un hombre, un Lord de países lejanos que la acepto con todo y bebe, la amo y protegió durante todos sus días, hasta la muerte de su esposo.

Klass tomo su posición como Lady Klass y fue una buena esposa, sin embargo, se sabe que aún ansiaba ver a su -difunto- esposo, Sukuna.

Cuando Akerina cumplió 16 años, ya era toda una dama, su padre le había inculcado todo tipo de educación, participaba en reuniones políticas, sabia esgrima, etiqueta, matemáticas, música, era simplemente una genio.

A los 18 comando un ejército entero, en la lucha contra un pueblo extranjero que planeaba derrocarlos, ella había ganado aquella guerra pero tiempo después se perdió todo tipo de información al respecto. ▪︎

▪︎Luego de la muerte de su hija, Toji Fushiguro quedo traumatizado, ocultándose aún más que antes, meses después, una niña fue entregada a él, con la apariencia de su hija, resucitada, la niña creció con calma, siendo realmente el alma de Lady Akerina.▪︎

Cerré la carpeta y ne recosté en mi silla, tome mi taza de café y la vacíe por completo, deje la taza vacía en la mesa y suspire con frustración, cuando iba a cerrar la carpeta, note que había una carta al final de todas las páginas, en la parte de enfrente tenía algo escrito.

《Para Tara, De Toji Fushiguro》

No solo había descubierto que era adoptada, sino que también que solo era un alma reencarnada, creí que no me afectaría tanto, pero sin darme cuenta, las lágrimas mojaron por completo mis mejillas, las cuales eran frías debido al aire acondicionado.

El pinchazo en mi nariz era cada vez más fuerte y mi corazón se encogió, ¿significaba que Megumi no era mi hermano?, pero, yo lo amo, es mi hermanito.

¿Porque no recordaba momentos dulces con Papá, no me amaba?, Cada recuerdo que tengo de mi papá es deprimente, ajeno a una felicidad, recordaba a mis hermanos, pero no papá. Muchas personas dicen que el me amaba, que yo era su adoración, ¿Porque no recordaba nada de eso?.