|| Désere||

0.24

《Tara, actualidad》

Las pesadillas eran mi día a día y esta noche no había sido una excepción, con la gran diferencia de que Satoru apareció en ellas, voltee para tomar mi teléfono, 6:25 am, mi primera clase era a las 7:30, aún tenía tiempo de sobra, me volví a recostar y cubrí mi rostro con ambas manos.

Dos golpes en la puerta se hicieron presentes, me senté en la cama, esperando a que volvieran a tocar para saber si era mi imaginación o realmente alguien me buscaba, dos toques otra vez; cansada, me levante y fui a la puerta, cuando la abrí, mi cuerpo se relajó por completo.

-Hey -Maki sonrió, acomodando sus gafas- ¿Estás ocupada?

-No, no -me hice a un lado- por favor pasa

Mi amiga asintió, entro a la habitación y se sentó en la cama, mientras cerré la puerta y volví para sentarme junto a ella, la note nerviosa y eso me preocupo.

-Tara -evitaba mirarme fijamente- quisiera que me dijeras todo sobre Klass, por favor, sé honesta, podrías estar en peligro

-No lo estoy, si te refieres a Sukuna es inofensivo

-Hablo de Megumi -¿mi hermano?, ella hablaba con mucha seriedad- Tara él es... Diferente ahora.

-¿Por qué lo sería? -pregunte tajante, me molestaban las acusaciones a mi hermanito

-Sé que no quieres creerlo, pero actúa extraño, más de lo usual, hace unos días, le informe sobre la reunión del clan Zennin, pero él ya lo sabía -finalmente volteo a verme- él la organizo Tara, él fue el que envió las invitaciones e insistió en que debían asistir.

Mi hermanito no sería capaz de hacerme eso, él odia al clan Zennin, igual que a nuestro padre, ¿por qué haría algo así?; sin duda Maki sabía algo que yo no, y debía sacarle la información sin importar nada.

-Maki -puse mi mano en su antebrazo- ¿estás segura?

-Yo no te mentiría -sus ojos eran cristalinos- por primera vez, estoy aterrada Tara, muchos van a morir si no hacemos algo

Morir, nadie tenía ese privilegio en este lugar, Megumi estaba haciendo sus propios planes sin mi autorización, estaba arruinando los míos, deberá ser castigado severamente.

-¿Qué debemos hacer? -baje el tono sé mi voz y evite su mirada- Dime, Maki-sempai, ¿qué haremos?

Siempre supe que hay miles de formas de manipular personas, había sobrevivido gracias a ellas, pero, ahora, las necesitaba más que nunca. Deslice mi mano izquierda por una de sus piernas, seguía mirándola con atención.

-Klass, todos quieren saber sobre ella -me acerqué un poco- ¿qué quieres saber?

-¿Có-cómo la conoces?

-Supongo que somos familia, fue mi madre, hace miles de años claro -puse mi mano derecha en su mejilla- actualmente, Klass está sellada en un lugar muy secreto, nadie sabe realmente en donde, a excepción de una personita.

-Tara

Su cuerpo tembló levemente si seguía así, caería en segundos, Maki y yo no somos familiar realmente, involucrarme con ella no sería un gran problema. Si la mataba ahora, todo se solucionaría más rápido, Zennin, Fushiguro, Fushitawa, ¿Quien debía ganar?

Ya no podía esconderme, el tío Nanami no aparecía y la ansiedad me consumía cada día, aquellas personas que surgían en mis sueños, ya no sabía si eran reales o falsas, pero debía saberlo. Acaso yo soy Klass o Tara, tal vez no sea ninguna, o soy Akerina, o simplemente soy el demonio que debió morir junto a Tara aquella noche.

𝗦𝗨𝗞𝗨𝗡𝗔

No hay día en el que no extrañe a Klass, nunca olvidaré el día en el que nos separaron, ella no tenía la culpa, el pecado en su vientre y la esperanza en su corazón, mi pequeña Klass, añoraba tanto con verla nuevamente.

Entregarle aquel regalo por el cual me había suplicado, asesinarla de una vez, liberar su alma para que pudiera vivir en el infierno eterno.

-Sukuna -la voz del mocoso me molesto- ¿estas despierto?

-Que te importa -respondí tajante- déjame en paz

-¿confías en Tara? -su pregunta era extraña- ella es... Tan diferente y me gusta pero...

Se detuvo, creo que no sabía que decir, si era verdad que yo estaba bastante interesado en ella, básicamente por ser familiar de Toji Fushiguro, pese a estar sellado, los rumores siempre estuvieron ahí y yo no era ajeno a ellos.

Desde el primer día en que la vi, lo supe, era una farsante, llena de secretos y mentiras, detrás de su cara inocente y su refinada educación, había un demonio ansioso de sangre. Pero lo que más me impacto, fue sentir la energía maldita de mi esposa, desde entonces supe que ella lo sabía, sabia como encontrar a mi esposa.

-Mocoso -gruñí con fastidio- decide de que bando estas, aquí te mataran sabes eso, pero con ella, quien sabe, tal vez puedas vivir

-¿Crees eso?

-Si tú vives, yo igual, no te mentiría sobre eso, ya duérmete y no me molestes

Se mantuvo en silencio y pronto, su respiración se calmó lo suficiente como para saber que se durmió, nunca había tenido una conversación tan tranquila con él. Claro que ella no iba a cooperar, Tara era tenaz, solo un idiota creería que es inocente, el mocoso estaba dormido, tal vez era mi oportunidad, después de intentarlo con cansancio, tome el control de su cuerpo.

Me levanté con cuidado, me puse los zapatos junto a la cama y salí caminando con calma, todo estaba muy oscuro, sentí el teléfono del mocoso vibrar desde su bolsillo, lo saqué ▪︎Nanami▪︎

-Itadori, Fushiakzjwvsiz...

El mensaje se había cortado, posiblemente se sentó sobre el teléfono, pero era imposible en cierto punto, sabía que había tratado de escribir algo, aquellas cosas malas que predicaban ya estaban sucediendo.

Estoy seguro de que era eso, ¿pero qué tenía que ver con el niño?, me encamine al sótano de la academia, sabía que guardaban archivos ahí, las puertas estaban cerradas, pero el candado era frágil, romperlo no sería problema.

Entre y cerré la puerta, prendí la luz y noté miles y miles de papeles, por todas partes, era abrumador y el olor a polvo asqueroso; recorrí los pasillos en busca de algo que me ayudara y un lomo llamo mi atención. Era un lomo verde, que tenía el nombre de Tsumiki Fushiguro, la hermanastra de los gemelos.

Tome el libro, sacudí el polvo usando la manga de la chamarra, el encuadernado era frágil y viejo, pero cuando lo abrí, las hojas eran perfectamente blancas, con una caligrafía perfecta y elegante.

Seamos francos, Klass es una amenaza para todos, para los vivos y muertos, en especial para Sukuna.