Perfidia || FW || +18

48: Oportunidad de confianza

-Lo siento muchísimo, nena. Lo que menos quiero es que tú te sientas así por mi culp..

-Fred- interrumpe -, que no he terminado, cállate- él asiente. -. Que sí, me mentiste horrible y por mucho tiempo. Pero creo que has cambiado, así cómo yo, ambos hemos cambiado. Y te has ganado la segunda oportunidad de la confianza todos estos meses...

-¿Enserio?- pregunta, sonriendo levemente.

-Sí- le devuelve la sonrisa, llevando la mano hasta su mejilla -. Quiero estar bien, y contigo lo estoy.

-Y siempre lo estarás- se acerca, dejando su rostro a pocos centímetros del de ella -, te lo prometo, amor.

-Te quiero demasiado, Freddie.

-Yo te quiero muchísimo más, mi ángel- susurra, acercándose para dejar un dulce beso en sus labios -. Hm..- murmura, dejando que sus manos resbalen por su camisón -.. cómo me gusta este camisón tuyo- muerde levemente su labio inferior y ella sonríe, notando las manos de Fred meterse sobre la tela.

-Estás congelado- sisea mientras el pelirrojo amasa l piel de su trasero, notando sus frías manos -. Fred...- llama cuando nota uno de sus dedos jugar con el inicio de sus bragas -. Fred.

-¿Uhm?

-Estate quieto- ríe, dejando que él se incline y deje leves besos en su cuello -. Mira qué hora es...- dice, echándole un ojo al reloj de la cocina, aún notando los labios de su chico en el cuello -. Que me tengo que ir a trabajar...

-Ayer me dejaste a dos velas- le da la vuelta con agilidad y pega el pecho a su espalda -, ¿hm?

-Se dieron las cosas así...- se defiende, dejando que Fred la manosee. -Fred...

-Nena- susurra en su oído -, te ves tan bien de blanco- tira de la fina bata por sus hombros y deja que caiga al suelo.

-¿Acaso eso ha sido una indirecta?- pregunta entre risas.

-No sé...- ríe en su hombro, dónde deja un simple pero cariñoso beso - puede ser...

-Ah- sonríe, dejando que Fred siga tocando por debajo de su ropa -. Ah...- esta vez deja salir un pequeño gemido al notar el dedo corazón y anular de Fred apretar su parte sensible por encima de la ropa interior -. Fred...

-Cómo me gusta escucharte así, amor...

El pelirrojo la excita, acariciando por encima de sus bragas mientras ella cierra los ojos, disfrutando pero desesperándose por él.

Sabía que ya llegaba media hora tarde, pero es que... era tan difícil querer saciarse de Fred, que no podía ni quería irse.

[...]

Después del toqueteo matutino con Fred, la castaña llega a la oficina de trabajo.

Ahora, tenía su despacho propio debido al reciente ascenso.

Sube las escaleras y va saludando a gente conocida mientras entra a la oficina.

-Buenos días- saluda a la recepcionista, Lola.

-Buenos días señorita Lupin- dice la joven rubia -, ¿quiere usted café?

-No, gracias- sonríe amablemente, haciendo ver el té que llevaba en su mano -. ¿Sabes dónde está Amaia?

-En su despacho- informa -, al parecer vino un familiar a visitarla, dijo que no había ningún problema, así que la dejé pasar, ¿hice bien?