RWBY ZERO

12

Pyrrha y Jaune salieron corriendo de Beacon Tower tan rápido como pudieron.

Se detuvieron para recuperar el aliento en medio de los escombros justo afuera. Un casillero abierto descansaba a un lado sobre una pared de piedra agrietada.

Pyrrha negó con la cabeza mientras se tambaleaba. ¿Cómo fue que todo salió tan mal? Ozpin había venido a buscarla y Jaune los había seguido hasta la bóveda. El director le había ordenado a regañadientes que vigilara la puerta y luego le preguntó por última vez si estaba dispuesta a tomar el poder de la doncella.

Se dio cuenta de que incluso con sus miedos, solo le quedaba una cosa por hacer para proteger a sus amigos. Ella obtendría el poder para ayudarlos y, como había dicho la Sra. Arc, lucharían juntos contra la oscuridad. Y ganarían.

Ella había entrado en la cápsula y Ozpin comenzó el proceso de transferirle el aura de Amber. Era un dolor como nunca antes había sentido. Ella gritó.

Ese fue su error.

Jaune, maravilloso, amable y cariñoso Jaune, abandonó su puesto e inmediatamente corrió a su lado. Sus ojos estaban en ella en lugar de en la puerta.

Y luego lo superó.

Cinder Fall salió pavoneándose del ascensor y disparó una flecha al corazón de Amber. Pyrrha sintió inmediatamente que el poder la abandonaba y corría hacia la asesina. Sus ojos brillaron con una luz demoníaca y se elevó en el aire en una explosión de llamas.

Pyrrha lanzó la puerta de su cápsula de contención a la mujer. Cinder lo golpeó a un lado como si no fuera nada.

Ozpin extendió la mano para evitar que ella cargara. ¡Toma a Jaune y sal de aquí! ¡Encuentra a Glynda, Ironwood, Qrow! La torre no puede caer.

"Pero puedo ayudar" protestó, su fracaso arraigando en su mente.

Ozpin la miró con lástima. "Solo te interpondrás en el camino".

Pyrrha había venido de Mistral, pero todo Remnant conocía la destreza del profesor Ozpin. La mayoría pensaba que era el cazador más destacado del mundo. Si él no pensaba que ella podía ayudar, entonces ella no podía ayudar.

Ella asintió de mala gana y agarró a su compañero. Cinder los dejó pasar. Estaba demasiado concentrada en el director.

Ahora aquí estaban. A salvo fuera de la torre mientras Ozpin luchaba por su vida.

Y Pyrrha no pudo hacer nada para ayudar.

"Está bien, creo que tengo el número de Glynda", dijo Jaune frenéticamente. Buscó entre los contactos de su pergamino mientras se alejaba. "Vamos, ¿dónde está?"

Pyrrha no lo siguió, sus ojos se enfocaron únicamente en la torre.

"¿Pyrrha?" Se volvió hacia Jaune. Sus ojos estaban húmedos por el estrés. No es que ella pudiera culparlo. "¿Qué fue eso?"

Pyrrha miró al suelo, sin saber si el secreto que le habían confiado aún debía mantenerse. "I-"

El sonido de una explosión procedente de la torre la interrumpió. Ambos cazadores en entrenamiento escucharon una ráfaga de llamas cuando Cinder se disparó hacia el piso superior.