8/31.

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Ha pasado una semana desde la publicación del primer mini álbum de ZUTOMAYO, "Despierta Las Mentiras Correctas", no logró posicionarse en el top 10 de las listas de Rock Japan TV ocupando la posición 20 en consecuencia de las bajas ventas. Kaminari mordía su dedo en desesperación mientras que Kyoka se mantenía ocupada escribiendo en el escritorio.

- ¿Qué haces que te tiene tan concentrada? - Preguntó Kaminari molesto.

Kaminari le arrebato la hoja a Kyoka. La pelimorada se notaba un poco molesta por dicha acción pero no le dió más importancia de la que quería. El rubio leía detenidamente lo escrito mientas que la pelimorada, en voz baja, comenzaba a tararear la melodía para esa canción.

Cuando Kaminari terminó de leer, Kyoka esperaba un halago pero el rubio dobló la hoja para después tirarla a la basura. La pelimorada anonadada, no sabía que reacción poner, sentía una limitación. Kaminari al voltear a verla, se acercó a ella y dijo:

- Se que estás molesta pero, parece una canción de Yorushika. - Dijo Kaminari tomando su cara. - No funcionaria con ZUTOMAYO.

- A veces pienso, Kaminari, que te falta creatividad y flexibilidad. Izu... Midoriya sabría adaptarla para que funcionará. - Comentó Kyoka molesta.

Kyoka se levantó para sacar la hoja de la basura y dejar la habitación de Kaminari. Kyoka en su camino al elevador paso por la puerta del peliverde. Se quedó parada frente a la puerta, vio ambos lados y, sin pensarlo, abrió la puerta. Aún estaban algunas de las cosas de Izuku. Le dió cierra nostalgia el estar ahí. Al abrir el armario, el corazón de Kyoka parecía romperse pues todo su equipo de audio e instrumento, las había dejado atrás.

Lágrimas comenzaron a salir recordando al peliverde mientras tocaba su guitarra con la palma de su mano. La luz que entraba desde el pasillo pronto se vio obstruida por la silueta de una persona, era Uraraka.

- Aún me cuesta creer que no esta. - Dijo Uraraka triste.

- Si. Por una extraña razón... UA se siente vacía sin él. ¿Qué haces aquí, Uraraka? - Preguntó Kyoka.

- No tengo una razón. Solo pensé que... Que estarías aquí.

- ¿Y qué necesitas?

- Hablar contigo. Aclarar las cosas. Pero, veo en tu mirada que no buscas eso... Al menos, no por ahora.

Kyoka no decía nada. Solo abrazo sus rodillas mientras seguía observando la guitarra. Era la guitarra con la que Yorushika hacía música, dónde Izuku hacía música para Kyoka. Dónde eran Amy y Elma. A Uraraka le conmoviá está escena.

- Veo que te estás dando cuenta de cómo es trabajar con Kaminari. - Dijo Uraraka aliviada. - Te dirá mil razones y excusas por los cuales una canción no funcionaría. ¿Sabes qué? Cuando quieras saber la verdad, cuando quieras ver lo que es real, cuando sientas que ya no puedas más, es ahí que hablaremos. No por mí, sino por ti.

Kyoka vio a Uraraka irse. Estaba un poco confundida del porque ahora la había buscado. Al poner su mano en el suelo, Kyoka notó que había una hoja. Al levantarla, vió el título de ella. Se leía: "8/31". La misma que había visto en su viaje a Hokkaido. Al verla fijamente, pudo notar que era una carta y que de hecho comparte el título del mismo nombre en el álbum de Yorushika.

Era algo que cambiaba a Yorushika de cierta forma, pues era una carta escrita por Amy para Elma. Es verdad que algunos de los vídeos del grupo contaban la historia, pero las cartas, aparentemente, darían más información a lo que sucedía en la historia. La pelimorada nunca se percató de eso hasta ahora y, sin perder más tiempo, comenzó a leer.

"Cartas para Elma.

8/31.

Me he quedado sin tinta. Por favor, discúlpame si algo de esto no es legible.

Aún así Elma, que YO terminará así
No es que me haya desesperado con la música, o que haya abandonado la vida.
Una historia que no termina es aburrida. Un cuento que sigue alargándose no es elegante.
La vida tiene que ser de la misma forma.
Si mi cuento fuera escrito, no podría ser representado por nada más que la música.
Lo que he visto en este viaje, lo que he sentido, escribir música solo con eso.

Las canciones que puse en esta caja son un trabajo que me simboliza
Podrías decir que la música es mi vida misma.
Elma, no podría dársela a nadie más que a tí.

No sé que pasará con la caja en la que puse está carta.
Rezó por qué algún extraño reescriba este mensaje y lo regrese a tu dirección.

Me quedé sin hojas.
He estado recordando aquellos tiempos demasiado últimamente.
Yo, acostumbrado a ser un pianista... Yo, queriendo convertirme en autor.
Yo, sin poder abandonar mi sueño con la música, comenzando a escribir canciones.
Hasta ahora, mi vida a sido una serie de compromisos.
En verdad, he comprometido todo.

Ahora puedo decírtelo. Ahora, incluso con quién soy.
Una vez dejé la música. Por qué comencé a escribir de nuevo...
Fue por TUS canciones, Elma.

Al final, permanecí igual, no importó a dónde fuí.
Un horrible fantasma enloquecido por el arte, egoístamente poniendo una actitud pesimista, pensando solo en mi mismo.
Por fin lo entiendo.
Si, al final, la música, para mí, era..."

Aunque fuera una carta escrita para una ficción, Kyoka sintió aquellas palabras pues es algo que Izuku diría. Las pequeñas lágrimas que una vez tuvo en sus ojos, comenzaron a salir como una cascada. No podía negarlo más, ella quería de vuelta al peliverde y, en un acto desesperado, tomó la guitarra acústica de Midoriya y se fue a su habitación.

La Chica Semitransparente Parte III: Tú Eres Mi Música.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora