7. La fiesta de Halloween

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Megan y yo estábamos en la fiesta, bailando. Sinceramente, era divertido. Talvez debería comenzar a darle una oportunidad a este lugar.


Estábamos muy tranquilas bailando y divirtiéndonos. Megan había venido disfrazada de Sandy Olsson.


En un momento ví que una ducha entró al gimnasio. ¿Qué persona tan rara viene vestida de ducha?, pensé. Pero no me imaginé que esa persona rara era mi propio hermano.

Creí que no vendría. Pero, al parecer, se quería divertir, ya que ví a Ali entrar con él.

Fuí a buscar una bebida cuando veo a un gran pollo entrar al gimnasio. ¿A caso hoy era el día de los raros?. No lo sé. Pero se veía súper cool.

Ví como comenzó a aventarle huevos en la cabeza a las personas. El maldito se estaba acercando hacia mi. Quise alejarme pero cuando menos lo esperaba, la yema de huevo se caía por mi rostro. Que asco.

Megan comenzó a reír por mi cara de desagrado, no pude evitar comenzar a reír con ella.

—Creo que deberías ir a limpiarte eso de la cabeza —dijo aún riendo.

—Sí, creo que sí —contesté con un tono de ironía pacífica.

Me dirigí hacia el baño de las chicas. En el camino me crucé con Daniel.

—¿A ti también te defecó una paloma? —dije con sarcasmo para luego reír.

—Sí, al parecer no me salvo por ser una ducha —rió conmigo.

—Creí que no vendrías.

—Sabía que se aburrirían sin mí —dijo con una sonrisa egocéntrica. Rodé los ojos divertida.

—Solo el aburrido se aburre... Por eso tú lo haces siempre —reí y entré rápido al baño de chicas antes de que pueda contestarme.

Tuve que lavarme todo el cabello. Mierda. Tardé un rato, pues la inmensidad de melena que me cargo es demasiada. Cuando por fin terminé, salí del baño.

Estaba cruzando el pasillo de afuera de los baños cuando veo que Daniel pasa corriendo como si su vida dependiera de ello.

Llegó al centro de la fiesta y empujó a unas calaveras para poder pasar.

—¿Qué sucede? —preguntaban todos.

—¡Habran paso! ¡Cuidado! —oí que gritaba Daniel.

Hasta que escuché que dijo;

—¡Está callendo!

¡Oh, no!. Mierda, Daniel, ¿Que hiciste?.

Luego ví que todas esas calaveras comenzaron a correr detrás de Daniel.

Pero pasó algo genial; Ali, sí, la rubia, les puso el pie y todos cayeron uno arriba del otro como si fuera un dominó humano.

Todos comenzaron a reír, incluyéndome.

—¡Arriba! ¡Vamos! —gritaron repetidas veces las calaveras intentando levantarse y fue ahí cuando me dí cuenta de quiénes eran las calaveras misteriosas.

MIERDA.

Corrí rápido hacia afuera mientras ellos también lo hacían, pero un poco más por delante que yo.

Pude ver cómo Daniel cruzaba la calle esquivando los autos como un loco. Pero hizo que TODOS TERMINEN CHOCANDO ENTRE SÍ.

Corrió sobre arriba de uno de los autos y el hombre que lo conducía le gritó algo.

¡MIERDA!, ¡MIERDA!. ¡DANIEL, ¿QUE DEMONIOS LE HICISTE A ESTOS LOCOS?!

—¡SALGAN DE MI CAMINO! —gritó una de las calaveras.

in two wheels ; johnny lawrenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora