—¿Ya tienes todo listo?—Preguntó el pelinegro mientras entraba a la habitación, la cual compartía con su novio.
Felix, quien estaba metiendo ropa en una maleta, la cual estaba sobre la cama, respondió sin mirar.—Solo un poco de ropa, y ya terminó, necesito tener varios cambios de ropa por todos los días que nos vamos a quedar.
Hwang asintió mientras se acercaba a él para poner una mano en su espalda y darle un beso en la mejilla.—Si necesitas ayuda, no dudes en llamarme, estaré en la sala.
—¡Esta bien!—Respondió Felix con una gran sonrisa, viendo como el mayor salía de la habitación.
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—Dios...—Felix miró por dentro del aeropuerto asombrado, tenía varios años que no iba al aeropuerto y se dió cuenta que habían remodelado bastante.
—¿Qué?—Preguntó Hyunjin mientras entraba detrás del menor.
Felix se giró hacia Hwang y se puso a su lado.—El aeropuerto, ha cambiado mucho desde que llegué a Corea y fuí hace años a Australia de nuevo.
—Sí, la verdad es que sí.—Contestó el mayor observando el lugar. Volteó a mirar la hora en su celular.—Nos queda una hora y media, ¿quieres comer algo mientras esperamos?
—Sí hyung, tengo mucha hambre.—Contestó Felix.
—Bueno, entonces vayamos a ver los restaurantes, a ver que se te antoja.—Hyunjin comenzó a caminar.
Felix apretó el agarré en sus maletas y comenzó a caminar animado.
—Ay, Dios mío.—Felix dijo después de haber mostrado su boleto y sus documentos para poder viajar, caminando junto a su hyung a la entrada del avión.
—¿Nervioso?—Preguntó Hyunjin mientras tomaba su mano para entrar juntos.
Felix se relamió los labios sin mirarlo.—Un poco... Ya no sé ni como se siente estar sobre un avión, me da algo de nervios.
el pelinegro acarició la mano de Felix con su pulgar.—Tranquilo, en unas horas llegaremos.
Felix solo asintió en respuesta mientras buscaban sus asientos asignados, teniendo la suerte de que la ventana estaba libre, haciendo que se sentarán rápidamente, causando gracia y ternura a Hyunjin.
Acomodándose en el asiento y poniéndose el cinturón de seguridades, volteó hacia Felix.—Nervioso, pero aún así te fuiste a la ventana.
Felix lo miró sonriendo, haciendo que sus ojos se hicieran más pequeños y dejarán a relucir sus dientes.—Sí, no me quiero perder el paisaje.
Hwang solo se quedó en silencio mientras veía a Felix voltear de nuevo a la ventana, mostrando como los nervios cambiaban a emoción, haciendo que él también se emocionara, ver a su novio feliz lo hacía muy feliz también a él.
