Love Story [Ethan Torchio] -TERMINADA-

Capítulo 10

El resto de la mañana me la pasé organizando algunos conciertos que vendrían próximos para ayudar a Laura.

Eran las 1:21 p.m. y el sonido del intercomunicador entre recepción y mi pieza comenzó a sonar, me aleje de mi pequeña oficina y camine hasta la cocina; donde se encontraba el intercomunicador. Lo tome y respondí.

—¿Si diga? —mencioné

—Señorita Roussel hay un joven que la está buscando —escuche decir a Pablo, el recepcionista—. ¿Lo dejo pasar?

—¿Un joven?, ¿cómo es? —pregunté extrañada ya que no tenía visitas hoy

—Alto y con el pelo largo.

Si mi cabeza no me fallaba estaba segura que era Ethan.

—Creo que ya se de quién se trata, déjelo pasar por favor.

—Claro señorita —colgué la llamada

Trate de ver que mi sala y cocina se vean apropiadas para una visita, todo estaba bien a excepción de un par de tazas en el lavabo de la cocina.

Estaba por ir a lavarlas pero el sonido el timbre de mi puerta me detuvo antes de dar el primer paso. Cambié mi ruta y me dirigí a la puerta del apartamento para luego abrirla.

Y como lo supuse era Ethan Torchio llevaba unos pantalones jeans negros no muy ajustados, una camiseta negra sin mangas  con un estampado de la banda que decía "Zitti e Buoni" en color rojo y un cinturón, unos zapatos de vestir negros y el pelo estaba suelto, aunque se notaba que estaba algo mojado.

—Paulette disculpa por no avisar que venía per...

—No, descuidada me alegra que estés aquí —lo interrumpí—. Pasa por favor.

—Gracias —respondió y entro al apartamento

Cuando ya estuvo dentro cerré la puerta y camine detrás de él que se detuvo justo al lado del sillón de la sala.

—¿Y como encontraste mi hotel?

—Recordé la llamada que hicimos ayer y ubique el lugar en Google Maps, no está tan lejos del mío cómo dijiste —respondió

Asentí con una sonrisa.

—Oh, ¿te sirvo algo? —mire mi cocina y vi el par de tazas—. Perdona el desorden.

—¿Desorden? —dirigió su vista al lavabo—. ¿A eso llamas desorden? deberías ver la casa de Thomas o Victoria, la tienen de cabeza.

Ambos soltamos unas risas.

—Bueno tal vez estoy siendo un poco formal —trate de relajarme un poco—. ¿Quieres algo?

—No gracias estoy bien el desayuno estuvo muy cargado.

—Toma asiento si quieres.

—Gracias de nuevo —dijo y se sentó en el sillón. Me acerque a él sentándome a su lado—. Vine a preguntarte si quieres ir a caminar.

—Claro, solo déjame ponerme algo más ligero.

Al responder note la sonrisa en su rostro.

—Yo te espero.

Asentí y camine hasta mi habitación, específicamente el clóset busque algo ligero.

Hace mucho que no usaba unos shorts.

Hoy el día estaba soleado y sin indicios de llover, estaría bien estos shorts algo holgados que me llegaban hasta un poco más arriba de las rodillas más una camiseta negra con mangas cortas y unas zapatillas blancas simples. Mi cabello lo recogí en una cola desordenada.