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El festival, faltaba 2 semanas para que comienzen todos los preparativos físicos que den la bienvenida a forasteros, padres, críticos entre otros.

Había sido el mejor año de su vida, tenía entre sus manos la fina figura de su omega, besando sus afelpado labios a escondidas de algunos indiscretos.

—Tora— se separó del alfa, otra vez se estaba dejando llevar por el loco, cuando ni siquiera había llegado a la mitad del trabajo que necesitan hacer juntos ambos.—para, tenemos cosas que hacer— jadeo, el ojidorado realmente sabía cómo quitarle el aire en esos prolongados besos salvajes que le otorga.—mis padres vendrá a ver nuestra presentación, no soportaré si no sale perfecto— inflo los cachetes al ver que su ¿Pareja? No lo deja salir de sus brazos.

—No— murmuró embelesado por la imagen que le otorga su dulce pericote, estaba agradecido con cualquier dios que se apiadó de su miserable vida y le entrego la oportunidad de ver al preciado angel que está junto a él. Por cierto—¿mis suegros? Oh mierda, debiste de comenzar por ahí precioso— Argumento, dejando que el omega saliera de sus brazos. El salón de arte estaba lleno de trajes, a los cuales cada uno estaba pintado, con una técnica de arte. Haciéndolo destacar, por qué no se mezcla con el ambiente.

—Bueno, ya casi termino con los trajes, lo siguiente sería pintar los instrumentos que usarás cari— se detuvo, por el ambiente casi le pone un motel cariñoso.

A Kazutora se le aceleró el corazón, ya que en su cabeza siguió de largo la frase.

—claro mi vida, haré una lista— Naoto está rojito, su corazón acelerado y sus feromonas en el aire.

—Esta bien... C-ci-Cielo— se alejo avergonzado, mientras toma el pincel entre sus dedos para darle unos toques a las telas. El alfa lo abrazo de la cintura recargando su peso en el menor, se sentía tan bien, bonito, amado, la sensación que toma sus sentidos, lo sobrecarga de amor. Naoto era lo más preciado que tiene, mataría a cualquiera que lo quiera alejar de el menor.

—Se mi omega—pidio, susurrándole en el oído del ojiazul grisaceo.—puedo esperar todo el tiempo que necesitas— agrego, no quería presionarlo, tampoco asustarlo. Si el pelioxidiana sentía lo mismo que él, se sentiría completo.

Naoto se volteó, observando todo lo que hace a este alfa tan malditamente atractivo, pero, el se fijo más en sus ojos, que lo miran con tanta claridad, dándole a entender que lo dice con total decisión.

—se que eres un buen partido, que tienes dinero, que yo entre por que tome el exámen de admisión con la justas— con una mano movió el cabello, teñido.—yo también quiero ser un buen partido para tí, me gustas, todo de tí, se me hace más atractiva tu elocuencia— elogió.

—lo se, es algo que se desarrollo después de muchos traumas infantiles— escucho su risa, sintiéndose seguro.—se mi omega, por favor— rogó, no lo quiere perder, lo único bueno que le ha dado la miserable vida.

—te costó unas semanas acercarte del todo a mi—narro, con suavidad, dejando que sus feromonas se Impregne en el contrario, mientras esté porta con orgullo el olor a lavanda.—Espero que te vallas haciendo la idea, que no te soltaré una vez te diga sí—susurro, sintiendo que el contrario se cuela en su cuello, besando lentamente.

—eres mío—

—nada de mi cuerpo me pertenece, tu eres su dueño— una promesa silenciosa entre caricias íntimas de amor puro.

(...)

Kazutora se sentía en el aire, ni el ambiente tenso de su casa, la mirada apenada de su mayordomo, de su ama de llaves.

Se detuvo al darse cuenta que todos los sirvientes estaban en la entrada de su hogar. Dejo su guitarra, su estuche se ve muy colorido, cortesía de su precioso omega a un lado, para ver cómo ellos bajan la cabeza.

—Esta adentro no pudimos evitar su entrada— el alfa ojidorado, solo hizo un movimiento de mano, para que las sirvientas se alejaran.—llegaron algunos inversionistas— Tora había tomado el mando de las empresas de su padre una vez este decidiera morir por su propia mano ya que no podía soportar su miserable vida, lo considera un cobarde pero, sabe que es muy humano el huir de todo.

—Dile a los inversionistas que tomen asiento en la sala de reuniones, llama al psiquiátrico esta mujer se va de mi casa— Argumento, estaba enojado pero el suave olor a lavanda en su ropa impedía que explotara. Heredero de todo, sus palabras no podían ser rechazadas.

Abrió la puerta, observando el panorama del vestido rojo, el olor a tabaco, junto con algo de burdel, las náuseas quieren abarcarlo pero, el olor de su omega se lo impide, Naoto lo estaba salvando a pesar de no estar presente.

—Kazutora— la mujer quiso abrazarlo, pero el contrario se alejó, impidiendo recibir la muestra de cariño que esta mujer que solía representar a su madre.

—¿Que quieres?— se sentó, en su escritorio había carpetas con muchos gráficos, propuestas un folder que sabía de quién era pero, era su arma secreta.

—tsk, igual que tu padre, rastrero— fumo de su cigarro expulsando el humo hacia el adolescente.—Dinero, ¿acaso crees que vine a verte? Alguien como tú ni siquiera merece ser amado— su ataque verbal cuando era niño podía afectarle con más fuerza pero, ahora era comentarios que no escucha, siempre que se encuentra con ella, su cuerpo actúa en piloto automático sin tomarle atención.—cuando creí que conocí un alfa que me sacaria de mi suplicio naciste tú, el hijo de un hombre rico, que nunca me gustó, era mi trabajo satisfacerlo— su madre era una omega de compañía, las cuales podías contratar para lidiar con tu celo. —eres un mounstro, aunque eso ya lo sabes— Argumento.

—No tengo dinero para tí—

—¡¿Cómo?! ¡Es tu deber darme dinero, soy tu madre, sin mi no estarías aquí, en esta casa!— golpeó la mesa, kazutora dejo escapar sus feromonas, amenazandola, odiaba que quisiera ponerse, como si el hubiera pedido nacer.

—hueles a un omega, así que hay alguna zorra que te quiere, debe ser alguna mosquita muerta o tal vez alguien interesada, por qué personas como tú, no merecen amor— eso no se lo iba a permitir, primero muerto que alguien humille al que eligió para que sea su Mate.

—Callate, te arrancaré la lengua si vuelves a dirigirte a mi pareja de esa manera— su voz provocó que su madre callera al piso, los omegas débiles como ellas, siempre terminan con EPT, cuando se usa en su contra.

—señorito llegaron—

—bien, has que entren, llena el formulario para ese psiquiátrico que le den comodidad pero no libertad— la miró, a los ojos.—por fin tendrás tu propia jaula de oro, mamá— el hacer mención de su papel, lo hizo con sarcasmo

Mientras el mayordomo hacia todo ese procedimiento, el teléfono del alfa sonó, cuando abrió el chat sonrío amoroso, había una foto de Naoto haciendo señas con su dedo, el mensaje citaba que había terminado con todo, que ya estaba listo, para brillar en el festival.

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No me toquen, ando soft
:D

•LYRICA• [Maitake]Where stories live. Discover now