1 vío // 𝗻𝗼𝗿𝗲𝗻𝗺𝗶𝗻.

04; el plan en marcha

— El Jeno y el Jaemin ya están curaos, los dejé encerrados en el baño por si vomitaban. — le entregó un shot de tequila puro — Toma, te guardé el último conchito. —.

RenJun se lo tomó al seco, pucha que le hacía falta.

— Ya, ¿qué hago? —.

— ¿Cómo que "qué hago"? ¡Llévalos pa' mi pieza po! ¡Es tu oportunidad! — lo empujó hasta quedar en frente de la puerta.

Los nervios se apoderaron de él, “conchesumare, es la hora” pensó RenJun.

— ¿Dónde vai' a dormir tú? — le preguntó a su mejora, mientras ponía su mano sobre la perilla de la puerta.

— Yo y las chiquillas vamos a dormir en mi pieza, no te preocupí' por eso. —.

Le sonrió para intentar calmarlo un poco, pero la sonrisa se le fué al escuchar la respuesta del otro.

— Las chiquillas y yo, el burro va a al último. —.

La Giselle le mandó un manotazo al cabro y se fué riendo.

RenJun, aguantando la respiración, dió vuelta la perilla, encontrándose con una imagen que no se esperaba.

Jeno y Jaemin se estaban comiendo.

Y "comerse" era muy poco.

— Chucha, llegué en mal momento. — soltó, un poco incómodo.

Los dos se separaron y lo miraron, luego se miraron entre ellos y se sonrieron.

— Llegaste en el mejor momento, wachito lindo. — dice Jeno y lo tira hacia dentro.

Jaemin se mueve para cerrar la puerta con pestillo y se vuelve a acercar. Agarra a RenJun de sus mejillas y junta sus bocas, iniciando un beso lento para no asustarlo.

Jeno lo abraza desde atrás, dejando suaves besos en el cuello del más bajito.

RenJun no atinó a nada, simplemente se dejó hacer, no iba a mentir, amaba la sobre estimulación.

Por eso sus amigas siempre le cantan "Mami te gusta poco, ¡sí!”.

No tenía nada que ocultar, era más gay que la chucha y estaba orgulloso de ser él mismo.

Jaemin metió sus manos dentro de la polera de RenJun, acariciando todo lo que podía, se estaba encariñando con su suave piel.

Jeno estaba muy ocupado dejándole marcas y chupones en el cuello y hombros, con las manos afirmaba muy fuerte su pequeña cintura, provocándole escalofríos.

— Ah-ah~ —.

— ¿Te gusta, mi amor? — le preguntó Jeno en su oído.

RenJun asintió, se afirmó en los hombros de Jaemin porque sentía que en cualquier momento las piernas le iban a fallar.

Tres golpes fuertes se escucharon desde afuera.

— ¡Oe, ya po! ¡Estoy que me meo! — se escuchó una voz femenina.

“Parece que es la NingNing, puta la weá” pensó RenJun.

— Nos cagaron la onda. — dijo Jaemin y soltó una risa que contagió al Jeno.

— Síganme. — soltó el más bajo, con voz demandante.

Abrió la puerta y, sin mirar a nadie, salió y subió las escaleras rápidamente, con ambos chicos trás él.

Como pudo, buscó la pieza de la Giselle y abrió, esperó a que entraran los otros dos y cerró nuevamente con pestillo.

No alcanzó ni a respirar cuando el Jeno lo agarró y se lo llevó a la cama king size.

— Más despacio, tigre. — bromeó riendo mientras era besado por el chico sobre él.

— ¿Me van a dejar solo? — preguntó Jaemin, quién ya se había sacado la polera, dejando ver su torso desnudo.

— Ven po. — contestó su amigo pelinegro.

Jeno bajó lentamente hasta levantar la polera de RenJun y dejar besos ahí, Jaemin aprovechó para besar y morder los labios ajenos.

RenJun se sentía muy extasiado, ese shot lo dejó con ganas de más, sí, pero al parecer no era necesario el alcohol para disfrutar de la situación.

Soltó un gemido de sorpresa al sentir el tirón en su ropa, Jeno le sacó los pantalones en un solo movimiento.

Se sentó como pudo y se sacó la polera bajo la mirada de ambos, si RenJun estuviera prestando atención a su alrededor, notaría las caras de perros hambrientos que los otros tenían.

A penas la prenda salió de su cuerpo, Jaemin se lanzó a lamer sus pezones y abdomen.

Le llegó de golpe el aroma de sus perfumes combinados, mareándolo fuertemente.

Ni los pitos lo dejaban así, que brígido.