8- Estratega

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Quería que lo tragara el lago más congelado de aquella tundra helada y blanca, para que lo escupiera en uno de los cálidos charcos entre los sacos de arroz de su tierra natal. Tenía frío y calos al mismo tiempo, te sentía querido y desamparado... la fiebre lo tenía en un torbellino de emociones dónde se hundía vertiginosamente y lo agotaba, solo al despertar, veía el rostro amable de uno de los Nikiforov sonreírle... y eso lo volvía a si mismo, a apreciar en donde estaba, a pesar de los malos ratos vividos.

— ¿Cuánto tiempo dormí? — Pronunció en voz bajita, mientras restregaba su cabeza contra el cabello platino a su lado.

— Bastante, ya me estabas preocupando, Yura vino a saber cómo estabas— La voz de Uthgar. Yuuri se recogió contra el cuerpo del contrario y disfruto como el bárbaro acariciaba su espalda— Tuviste mucha fiebre, Viktor no quería despegarse de ti en la mañana, una vez que Beka de llevo a Farhä al massin, vine a reemplazarle...

— Que bueno es tenerte cerca, Uthya— El albino se sonrojo y abrazo a Yuuri de vuelta, las palabras amorosas y las miradas del otro chico eran simples, pero en un alma cansada como la suya... su corazón azul, eran como agua fresca o cristales de azúcar , alegraban su sentir.

Por eso Uthgar había hablado seriamente con su hermano en la mañana, su cabeza había trabajado toda la tarde a penas oyó que Yuuri había sido herido por una trampa. Sabía bien de los métodos de pelea e instigación de cada una de las tribus aledañas, aún cuando estaba lidiando consigo mismo en cama, Uthgar aconsejaba a Viktor respecto a cada tratado, cada alianza. Su hermano no protesto, no le corrigió ni intento bajar el perfil de la situación, Uthgar coordino felizmente al escuadrón de casa junto al de expedición, se encargaría de dos pájaros de un tiro.

No creía volverse a interesar por otra persona que no fuese Viktor o Farhä, para Uthgar la traición de su padre había destruido la visión de familia, el abuso y el claustro que vivió junto a él, llevándolo de un sitio a otro, ofreciéndolo como un objeto, removió incluso la idea que Uthgar tenia de si mismo. Cuando confeso a Viktor que tendría un bebé él mismo, pensó que su hermano le repudiaría y haría a un lado, después de todo, el haber estado siempre obligado a seguir a su padre había hecho que su relación con Viktor fuese muy intermitente y, desde una vista personal para Uthgar, lejana, no obstante, para Viktor no había sido así... el abrazo que le entrego en aquel momento, mientras veían gran parte los cuerpos de sus abusadores y traidores del clan arder, fue contenedor y cálido, era distinto al tacto que Uthgar llevaba conociendo toda su vida. Ese mismo tacto lo había sentido en Yuuri, quien acaricio su rostro sucio y huesudo desde el primer día... buscando darle confort, en vez de un juicio por haber vivido encerrado y aislado aquellos cinco años tras el nacimiento de Farhä.

— Te traeré desayuno e iré un momento al Massin ¿Serías obediente y te quedarías aquí tranquilo mientras vuelvo? — Yuuri apretó los labios e hizo un ruido inconforme antes de asentir de mala gana— Gracias.

Uthgar salió de la cabaña sudando frío, Yuuri había llorado entre sueños y eso había resquebrajado un poco su débil corazón. Se dirigió realmente hacia el río, allí Yura le esperaba junto a su escuadrón y, obviamente, Viktor, quien ya tendría que haberle dado las órdenes al escuadrón de caza, el cual ahora era dirigido por Joel, en ausencia de Baazar.

El plan era sencillo...
No pasarían por alto el daño causado en Yuuri, asi que Viktor visitaría a los Tejones para insistir en su alianza y extender una invitación al festival de primavera.

— No sabrán que los golpeo— Se rió Jean mientras se les explicaba como procederían.

La posibilidad de que se negaran a una invitación directa de Viktor Nikiforov, era nula, así que con la mayoría del pueblo de los Tejones de Nieve en su territorio, bailando y disfrutando la hospitalidad, el gran banquete y la bonanza de las Aves Blancas, su pueblo pondrá presión por una alianza, así que en medio de aquellos tres días de carnaval, sus lideres caerían de a poco... para cuendo se diesen cuenta de que su pueblo ha sido atacado, Viktor actuaria como un salvador, acogiendo a aquellas personas, como ovejas sin pastor, tomando aquel territorio y librándose de aquellos que se atrevieron a torcer aquel acuerdo de paz en sitio neutral, extendiendo su poder y quedando como un líder excepcional y benévolo; pero los Tejones no eran el único objetivo de Uthgar... ellos habían herido a Yuuri, pero quienes se mantenían como una amenaza constante no eran los pueblos aledaños, que en general, temían del clan, si no aquellas asquerosas ratas que se mantenían entre sus filas, aun tras haber confabulado contra el anterior líder e intentar envenenar a Viktor y a él. 

Tierras BlancasWhere stories live. Discover now