Primer mes

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El saber que había herido a su amigo lo tenía dando vueltas en la cama como idiota. Había pasado un mes desde la noticia y él estaba hecho todo un desastre. V no mostraba señales de querer perdonarlo, Anne no había llamado ni una sola vez y la sobrecarga de emociones finalmente entumeció a Eddie.

Se comportaba irritable y agresivo, queriendo aislarse de todo el mundo y viendo a Venom como una amenaza; el único ser que sabía realmente como se sentía. No podía decir que es lo que andaba mal con él, demasiado agobiado por sus sentimientos como para sentir algo. Ya no despertaba temblando, ya no lloraba por horas, ya no golpeaba sus almohadas frustrado. Simplemente estaba desganado, vacío. No sentía que nada le importase lo suficiente como para hacer algo al respecto, ni siquiera el silencio del alienígena. Todo había pasado a un segundo plano, a un nubarrón que no le permitía ver que estaba pasando a la vez que teñía todo de un neutral y aburrido gris.

Uno de esos rutinarios días en los que Eddie Brock no distaba demasiado de ser un robot cumpliendo tareas, se cortó accidentalmente mientras se afeitaba. No había sido profundo ni tampoco sangrado en absoluto, pero el ardor fue glorioso. Un escalofrío le recorrió la espina dorsal en el momento en que la herida se tornó rojiza, y un cosquilleo es sus dedos provocó que se aferre a la rasuradora metálica. Las emociones afloraron del fondo de su cerebro, como si hubiesen estado en un cajón con candado y la llave fuese aquella herida. Volvieron todos y cada uno de sus sentimientos en una oleada dolorosamente magnífica, causándole una risa tonta y un nuevo brillo en sus azules ojos ante tal liberación.

Venom, al notar la herida, la curo rápidamente y sin ningún esfuerzo, apenas consciente de lo que sucedía con el humano, causando que el baúl se cerrase de nuevo y la expresión distante volviera a invadir los gestos de Eddie.

Sin embargo, había hecho un descubrimiento que no pensaba ignorar.

El día había avanzado de forma igual de monótona que todos los demás, sin nada memorable para mencionar. Al anochecer, Venom comió en completo silencio y Eddie mantuvo todo pensamiento sobre alguna cuestión personal fuera de su mente, como hacia desde hace semanas. Finalmente, a la 1 am y mientras el simbionte dormía plácidamente en su pecho, Eddie se dirigió al baño, empuñando firmemente un cutter.

Miró la hoja en completo silencio, sin saber que hacer o pensar. Por un lado, deseaba que Venom despertara, que lo frene y lo obligue a abandonar el objeto. Por el otro, anhelaba volver a sentir aquella liberación de la mañana con todas sus fuerzas. Nunca había hecho algo semejante; la vida nunca le había regalado nada y aun así él no se había planteado lastimarse a sí mismo, viendo las palizas que su padre le daba como castigo suficiente por ser quien era. Pero su padre no estaba ahora para golpearlo, para recordarle que era un idiota, un problema y un martirio para todo aquel que lo conociera.

Apoyo la fría punta en su muñeca izquierda, sentado sobre la tapa del inodoro, sintiendo el impulso de hacerlo como fuego en su estómago, quemando cada duda y miedo al respecto. La hoja se deslizó fluidamente, rasgando la piel para dar lugar a las gotitas de sangre. El corte había sido poco profundo, apenas rasgando su piel, provocándole aquel ardor de la última vez. La oleada de sentimientos no se sintió tan bien ahora, abriéndole los ojos ante su abrumador acongojo, su devastadora soledad y sus numerosas inseguridades. Ante cada nuevo recuerdo doloroso deslizaba la hoja por su brazo, ante cada nuevo pensamiento negativo sumaba una nueva herida, sintiéndose embriagado por el olor metálico a sangre y la sensación de su piel siendo lastimada.

No se detuvo hasta que el agotamiento convirtió sus sollozos en débiles hipidos y sus parpados pesaban tanto que el mantener los ojos abiertos era una misión imposible. Se levantó del inodoro, temblando de frío y aferrándose a su adolorido brazo. Limpió y escondió el cutter para que Venom no lo encontrara y finalmente se dejó caer en la cama, quedando dormido al instante.

Wounded - SymbrockWhere stories live. Discover now