XV

2.1K 333 200
                                    

tw: mención de maltrato infantil y otras cosas feas.

es el penúltimo capítulo, disfrútenlo 💪🏾💪🏾





Los brazos fuertes de JongSeong fueron de gran ayuda para llevar las cosas al interior de la casa. Horas antes estuvo limpiando con ayuda de HeeSeung dejando completamente presentable el que ahora sería el hogar de JungWon.

— Creo que es todo — sacudió sus manos y observó a Yang ingresar al lugar cerrando la puerta tras de él.

Frente a sus ojos se posó ese lindo chico, algunos centímetros más bajo que él, con ojos brillantes ante la esperanza de encontrar la felicidad. Ese día no usaba sus pesadas botas negras ni su chaqueta de cuero, tampoco sus numerosos anillos ni cadenas en el pantalón. Simplemente vestía un pantalón holgado negro y una sudadera azul marino con su cabello al natural, dejando unos mechones volando sobre su frente y que se encargaba de acomodar cada cinco minutos.

JungWon era brillante desde cualquier ángulo, cualquier perspectiva.

Los brazos del menor rodearon sus hombros y descansó su mentón en el hombro de Jay, formando así un abrazo que el mayor no se esperaba pero al que correspondió inmediatamente. Tomó su cintura y JungWon lo apretó un poco contra él; el perfume de JongSeong olía bien.

Se separaron un poco y el mayor acomodó esos molestos cabellos que daban cosquillas en el rostro del contrario, los acomodó tras su oreja y finalmente soltó a Yang, aún cuando este titubeó un poco, luchando para dejarlo ir.

— Debería irme — dijo Park, nervioso.

Sabía que, una vez haya salido de esa puerta, no volvería a ver a JungWon. Porque él mismo se prometió no meterse con él. No conocía sus propios límites, tampoco los de JungWon y lo que menos quería era encariñarse al punto de ser imposible separarse.

— ¡N-No!

— ¿Uh?

— Yo... Mh... ¿Quisieras... Quedarte un rato? — Jay rascó su nuca algo confundido y JungWon siguió hablando —: Tomé una botella del estante de licor de mamá antes de salir de casa y no tengo con quien beberla.




[...]



Tenían la luz apagada y se encontraban sentados en el suelo de la sala, recargados en el sillón y frente a una pequeña mesa donde ponían los vasos de vidrio que JongSeong sacó de la alacena para servirse de la bebida color amarillenta rozando lo dorado.

— Cuéntame de ti, Won.

El menor sintió un escalofrío en su espalda y asintió.

— Crecí en una casa grande, fría y solitaria. SooMi, la señora que limpia me cuidó desde los dos o tres años. No tengo muchos amigos más que los que conocí de pequeño y ahora los veo a veces por la calle. Jake, bueno, te he contado de él — Jay asintió —, es mi ex-novio y él fue mi compañía mucho tiempo hasta hace poco que terminamos, estábamos bien. Creo que... He estado solo gran parte de mi vida — finalizó dando un trago al vaso, amargo.

— ¿Y no te da miedo la soledad?

Yang se quedó quieto y pensativo unos segundos, con la mirada perdida en algún punto del lugar.

west coast ☆ jaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora