"SECRETO" (Tom Riddle y tú +18)

La carta

Draco.

La lleve a un compartimento vacío, y entramos en el.

—Necesito hablarte de algo.— le digo.

—Dime.— me pide despreocupada.

—Conociste está navidad a Tom y Mattheo. Pero creo que aunque no puedo hablar contigo de quienes son, te puedo decir que no te acerques a ellos...—

—¿por qué dirías eso?— me pregunta cruzándose de brazos.

—t/n, ¿podrías no preguntar? Solamente has lo que te digo.—

—Bien.— creo que mintió. —Lo haré, me alejare de Tom.—

Un mes después de llegar a Hogwarts.

—Buenos días.— Salude al sentarme en la mesa junto a Hermione y Ron. Con Harry frente a nosotros.

—Bue-n-o...— intentó saludar Ron. —!Por Merlin Ron! Come lo que está en tu boca primero.— le regaño Hermione. —Buenos días T/n.—

—¿como están? ¿Guardaron algo de Pay de manzana para mi?— pregunto mientras tomo  un plato de la mesa.

—Si, le dije a Ron que te dejara un poco, pregúntale a él.— Hermione respondió viendo a Ron.

Le di una mirada asesina a Ron —¿y mi pay?— pregunto

El mueve sus expresiones rápidamente buscando una respuesta y luego se frota el estómago —aquí...supongo.—

—Agh— me quejo —ire a buscar a la mesa de Draco.—

—Espera.— Harry me detiene. —¿de verdad eres ahora tan cercana Draco? Y ¿por qué no nos ha molestado como siempre?.—

—Draco y yo...tuvimos tiempo de conocernos en navidad. Y no los molesta por que son mis amigos.— explique.

—¿y qué hay de Tom Riddle? ¿También son amigos?—

—Harry, todos le temen a Tom Riddle ¿por qué sería su amiga?—

—Ah no lo sé.— dijo incrédulo. —Pero será mejor que se lo expliques a Sirius, él te envío esto.— de su túnica saco una carta y me la entregó.

—¿Le dijiste a Papá sobre Tom?— pregunté bastante molesta y le arrebate la carta.

—¿Decirle que? ¿No se supone que no tienes nada con él?—

—Crajo Harry, eres tan idiota.— le grité y los demás alumnos se giraron para vernos con asombro.

—Puedes llamarme idiota, como quieras pero, te aseguro que lo que dice esa carta te interesa.— mencionó, lo mire con un gesto de disgusto sin decir nada y después me giré para irme.

Me dirigí a mi habitación con bastante prisa, algo de nervios y bastante molestia. Camine con rapidez hasta que me tope con Tom viniendo en sentido contrario al mío.

Él me miro —Cielos cariño, te vez molesta ¿qué pasa?— menciono siendo sarcástico. Sin avisar lo tome de el brazo arrastrándolo junto a mi.

—¿a donde vamos?— preguntó.

—A tu habitación, camina.— le ordene. Algo disgustado accedió.

En un par de minutos ya estábamos ahí, era la hora de el desayuno así que nadie me vio entrar con el.

Él abrió la puerta de la habitación y yo entré de prisa.
—oye, ¿qué pasa?— preguntó mientras cerraba la puerta detrás de él.

—A pesar de que hemos mantenido nuestros encuentros en secreto, hemos sido discretos. Harry y su trío sospechaban, te lo dije.—

—¿De qué hablas?— me cuestiono bastante confundido.

Saque la carta que Harry me había dado y se la agité frente a él. —!Esto!— exclamé. —Harry le contó a Sirius que me había visto siendo bastante cercana a ti y seguramente ahora sospecha algo.—

—¿El "Elegido"?, inútil cuatrojos. El elegido para llevar chismes quizá.— él se quejó, no puedo negar que me hizo reír en voz baja.

—Bueno, como sea. ¿Que dice la carta?—

—No lo se, aún no la abro.— me senté en la horilla de su cama.

—Pues hazlo ahora.— me ordenó.

—Bien...— tome la carta y me dispuse a romper el sello para abrirla, Tom se acerco y se sentó a mi lado.

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Sirius Black

Querida hija.

Espero hayas tenido unas increíbles vacaciones en la mansión de tu ahora amigo, Draco Malfoy.

Harry me dijo que tú y Draco se han vuelto algo cercamos, debo admitir que la idea no me parecía buena al principio, sin embargo, son familia. Primos especialmente. Así que olvida mis prejuicios y los de los Malfoy y ayuda a Draco, créeme, lo necesitará...

Estuve pensando mucho ¿sabes? ¿Por qué juzgamos a alguien más sin saber su historia? La vida es bastante corta para juzgar a los demás y pelear con ellos, en lugar de darles una oportunidad, oportunidad para sanar, para decir la verdad, para amar. Me alegra que lo estés haciendo hija.

Es por eso, que necesito que sepas la verdad...sobre la familia Malfoy y el porque Draco necesitará tu ayuda más que nunca, seré lo más breve posible, quizá tengas cosas mejores que hacer, lo que tengo que decirte es que, el padre de Draco, Lucius. Hace muchos años, fue un mortifago. Y como sabes nadie deja de ser un mortifago, el nombre de Harry en el cáliz y esos sueños que ha tenido no son concidencia, seguramente hay un apellido que te ha estado rondando la cabeza estos días
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—Espera.— Tom me detuvo.

—Lucius Malfoy es un mortifago.— dije en voz baja sin creerlo aún.

—¿De qué sueños habla?— preguntó Tom.

—Ehhh... bueno, Harry ha tenido un sueño repetidamente desde que fuimos al mundial de Quidditch, él dice que ve a un hombre...y que este está junto a Voldemort, él le da una tarea.— explique

—¿Que tipo de tarea?—

—Matarlo.— afirme

—T/n yo creo que deberías de...leerla después. No creo que sea preciso que la leas conmigo, es decir no hay ningún tipo de confianza y ¿por qué la habría? Ve a tu cuarto o desaparece.— se levanto rápido de la cama y a paso apresurado se dirigió a la puerta.

Me levante de la cama y lo seguí por detrás —Algo esta mal.— afirme

—No, solo quiero que te vallas ¿algún problema?—se molestó.

—Hace un segundo no tenías ningún problema.

Él se llevó ambas manos a la nuca quizá en señal de desesperación—Carajo.— gruñó en voz baja.

—¿Carajo?—

—!Si t/n Carajo.! Me voy Carajo! Búscame después de terminar de leer esa jodida carta. Si es que quieres volver a saber de mí después de ello.— soltó en tono molesto, para finalmente marcharse a toda prisa sin siquiera dejar que yo hablara antes.