Cero

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En un primer momento, no había sido consciente de la magnitud de las palabras que había oído, la probabilidad de que todo fuese una broma cruzo por su mente, sin embargo, se desvaneció rápidamente mientras comprendía el aspecto de Kaumaru, estaba agitado y a pesar de no poderle ver el rostro sus movimientos erráticos eran más que suficientes para descartar cualquier tipo de engaño.

De pronto sintió como si le hubiesen dado un puñetazo con demasiada fuerza en el estómago, de repente parecía que el aire había escapado de sus pulmones y que no había suficiente a su alrededor para poder recuperar el aliento.

Su cabeza palpitaba mientras comenzaba a atar cabos sueltos en tanto intentaba recrear de alguna manera los hechos, podía observar a Kaumaru que parecía seguir hablando, más era incapaz de escuchar, la victoria que sabia dulce hace apenas algunos instantes desapareció dejando un rastro amargo consigo.

Quería creer que aquello no era verdad, su parte sentimental anteponiéndose sobre su parte racional, se daba excusas a sí mismo mientras comenzaba a correr, podía sentir el corazón palpitar con fuerza contra sus costillas intentando ubicar el lugar que Kau había mencionado.

Había algo dentro de sí que le decía que no podía hacer nada al respecto, que ya era tarde, intentaba ignorarlo, pero comenzaba a ganar fuerza a medida que se acercaba, un vacío intermitente que amenazaba con engullirlo por completo, como una cuerda que constantemente se sentía tirante ahora se encontraba floja.

Apenas podía reparar en sus heridas producidas hacía poco en batalla, el cansancio parecía haberse esfumado siendo reemplazado por adrenalina, sus oídos palpitaban con tanta fuerza que comenzaba a marearlo, sin embargo, no se detuvo, aun cuando sus piernas parecían arder por el esfuerzo, ni siquiera cuando su vista comenzaba a ponerse borrosa por el uso excesivo de fuerza que usaba para seguir adelante.

Cuando se detuvo de pronto se sintió como si estuviera ahogándose en el mar, la escena frente a si parecía irreal en todos los sentidos, se acercó tambaleante mientras Rubik que arropaba el cuerpo se puso de pie.

Apenas reparo en los labios de su amigo que gesticulaban con desesperación, no podía oír nada, solo había un incesante palpitar que comenzaba a ponerlo enfermo, no reparo en que había golpeado con el hombro a Rubik con más fuerza de la que debería. 

No sintió el golpe al caer de rodillas con fuerza, no sabía si por la pesada armadura que ahora parecía asfixiarlo o simplemente porque sentía su cuerpo ausente.

Aún tenía las manos temblorosas mientras tomaba el cuerpo inmóvil con una delicadeza casi impropia de sí mismo, estrecho con fuerza una mano que no le devolvió el apretón como usualmente lo haría, observo con atención su rostro, sintió una ínfima esperanza, parecía casi estar durmiendo.

Pero pronto reparo en pequeños detalles que comenzaban a hacerse más notorios mientras más lo analizaba, las manchas violáceas que comenzaban a formarse debajo de sus ojos, la expresión tirante que probablemente había tenido en sus últimos instantes de agonía y lo que había confirmado sus sospechas.

Alrededor de sus labios había zonas enrojecidas, donde la piel se volvía irregular marcas que ensuciaban la pulcritud de la piel del albino, heridas abiertas cubiertas de algunos fluidos que pareció identificar como saliva o espuma además de pequeñas gotas de sangre.

Era consciente de los hechos, no obstante una parte ilusa de si quería aferrarse con fuerza a la idea de que simplemente había caído en un desmayo por el agotamiento, pero rápidamente se esfumó mientras comenzaba a caer en desesperación.

No había manera de que aquello sucediera, habían competido tantas veces que había perdido la cuenta, muchas veces en contra tan solo tres veces a su lado y solo una vez siendo dupla.

Another Love •FarfaRich• Where stories live. Discover now