-Por que no?

No dije nada más.

Childe bajó la cabeza unos segundos y pude apreciar mejor su rostro, mientras cerraba los ojos antes de que una sonrisa cruzase su rostro.

-Signora tenía unos Aires de seguridad y superioridad muy absurdos, soy más peligroso que ella.

En serio estaba hablando así de una compañera que había muerto?

Lo miré con sorpresa.

Childe debió captar mis pensamientos.

-Esa mujer no me agradaba en absoluto. Y si fue derrotada es por qué no merecía formar parte de los heraldos.

-Childe! A mi Signora tampoco me agradaba pero no deberías hablar así de ella ahora que no está entre nosotros.

Childe sonrió cínico.

-Los Fatui tenemos en mente que algún día podríamos morir, está en nuestra mano no caer. Si Signora ha muerto es por qué no fue capaz de defenderse ni de hacer frente a una amenaza.

"Si solo supieses lo fuerte que es la Shogun Raiden..." Pensé.

Childe alzó una mano y apartó uno de los mechones largos de mi rostro hasta colocarlo detrás de mí oreja, rozando mi mejilla en el proceso, provocando un escalofrío en mi cuerpo, ciertamente agradable.

Mi corazón se aceleró.

Me sonroje sin poder evitarlo, mirándolo y vi como iba a decir algo, abriendo su boca.

Apenas un segundo más tarde la cerró de nuevo y negó con la cabeza, alejándose.

-Voy a informar sobre su muerte. Pero espero que me cuentes cómo sucedió.

Niego con la cabeza y veo a Childe alejarse al interior de la casa, perdiéndolo de vista. Seguramente yendo a escribir una carta a los Fatui.

Suspiro y apoyo mis manos frías en mis mejillas para intentar que el sonrojo se fuese.

Cuando mi corazón decidió volver a su ritmo normal, salí al exterior, viendo a Teucer y a Paimon jugar con unas ramas como si fuesen pequeñas espadas.

Sonreí y me acerqué a ellos, cogiendo yo también un palo, dejando a Paimon descansar mientras jugaba a que batallaba con Teucer, dejándole ganar en secreto, riendo ambos.

Vi a Paimon sentarse bajo un árbol y luego en la ventana que estaba cerca nuestra, a Childe observarnos con una sonrisa.

Aunque mi preocupación aumentaba.

Había echo bien en decir que Signora había muerto? A pesar de que no dije quién fué el asesino?

*Childe's POV*

Lumine sonreía y en si, la viajera desprendía una luz pura, jugando con mi hermano.

Era sorprendente como podía parecer tan inocente y pura... Y ser una guerrera tan excepcional como era.

Nuestras miradas se cruzaron y pensé en hace unos minutos, en aquella escena.

Por qué había echo ese acto hacia Lumine? Apartando el pelo de su cara? ... Quizá solo quería verla mejor. No estoy del todo seguro, pero si puedo asegurar que esa viajera tenía algo que me atraía que no tenían ni Gina otra mujer que yo hubiese conocido.

Además... No me arrepiento tras haberla visto así de sonrojada.

Un "eres preciosa sonrojada" casi se me escapa cuando la vi sonrojarse por mi toque, pero me callé.

Ni siquiera sé bien el motivo de eses pensamientos.

Quizá estaba desarrollando una pequeña atracción hacia aquella gran guerrera.

Seguí observando como jugaban y suspiré.

-Lumine... Tu has matado a Signora, cierto? -Pregunté hacia el cristal, aunque sabía que no podía oírme-

Lumine había visto su muerte, y no cualquiera podría haber acabado con Signora. Y estaba seguro de que si alguien podía haberlo echo, definitivamente sería Lumine.

Por qué no lo admitía?

Bajé la vista al papel y empecé a detallar lo más que pude la información proporcionada por Lumine y su asesinato a Signora.

Debía hacer el reporte.

Desvié mi mirada unos segundos de nuevo al jardín.

Teucer se hallaba de pie, con Lumine tirada en el suelo, mientras fingía estar herida y mi pequeño hermano exclamaba en victoria.

Puro... Así era el corazón de Lumine. Puro y valiente.

Dangerous Request { Chilumi } (Childe X Lumine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora