-¿E cierto, Aust? -preguntó Ashley a su hermano mayor.

-¿Qué si la ama? -Preguntó el niño-. Yo no lo sé. Antes siempre se daban besos asquerosos cuando estaban juntos, ahora solo se gritan.

Bajé la mirada. ¿En serio nosotros habíamos cambiado tanto?

-Pero mamá dijo que ama a papá y luego cuando se fue, papá etaba en la perta y se rió con ella.

-¿Pero no taban nojados? -Preguntó Ashley.

-Beno, quizá ya hablaron y no tan más nojados -respondió Megan.

-Para mi que les preguntemos -dijo Austin.

-No, no, no, no -habló Megan-. Son cosas de dultos, no hay que moletar. Apate, yo creo en lo que me dijo mami, que ama a papá y él la ama a ella.

-¿Y si lo decía de mentira?

-¡Te digo que lo decía de vedad! -gritó Megan.

Luke frunció el ceño y volvió a tomarme la mano, que sinceramente, no sé en que momento soltó. Con su dedo gordo, comenzó a hacer pequeños círculos en el dorso de mi mano, en una tierna caricia. Sonreí amargamente y recargué la cabeza en su hombro.

-¿Qué hemos hecho, Luke? -murmuré.

-No lo sé, pero me duele -respondió por lo bajo.

-No quelo que me hables nunca más -gritó Megan.

-Yo solo decía -se defendió Austin.

-Dejen de peleal, ya se parecen a mami y papi -casi lloriqueó Ashley.

-Beno, beno, pedon -dijo una dolida Megan.

Se quedaron callados por un momento. Luke siguió con sus caricias en mi mano, mientras que yo tenía la mente en blanco. En serio les había afectado mucho eso a los niños. Ya nos habían visto pelear dos veces, y en las dos, los tres habían terminado quebrando en llanto. No podíamos seguir así. Luke y yo debíamos hacer algo para que los niños olvidaran las peleas y para que nosotros volviéramos a la normalidad, bueno, era solo por decir, nunca habíamos sido una pareja normal.

-Alguien se tiró un pedito -dijo Ashley.

Luke y yo explotamos en risas, aunque ambos pusimos una mano sobre la boca del otro, intentando no hacer tanto ruido.

-¡Intrusos! -gritaron Megan y Austin a la vez mientras los tres asomaban sus cabezas al pasillo.

-¿Por qué nos espían? -Ashley colocó los brazos en jarras.

-No los estábamos espiando -le dijo Luke aún riendo.

-No es gracioso.

-No, claro que no -dije e intenté contener la risa.

Nos quedamos todos en silencio, aunque Luke al reírse hacía ruidos de cerdo con la boca. Los tres comenzaron a reír de su papá, mientras que yo lo miraba entre una mueca de risa y no sé que otra cosa.

Megan corrió y me abrazó la pierna. Tuve que soltar la mano de Luke para tomar a la niña en brazos.

-¿Mami? -Preguntó apoyando su cabeza en mi hombro-. ¿No que es cierto que amas a papá, mucho, muchísimo?

Luke dejó las risas de lado y volteó a vernos.

-Claro que si -dije sin pensarlo dos veces.

Megan volteó a ver a su gemela y a su hermano mayor, y les mostró la lengua mientras cantaba en una burla.

-Yo les dije, mami y papi se aman mucho, mucho, mucho.

Luke sonrió de lado y besó mi mejilla.

-Si se aman tantisisisisisisimo...-habló Austin-, ¿por qué ya no se dan besos babosos?

-¿Quién te ha dicho que no nos damos besos babosos? -le preguntó Luke despeinándole el rubio cabello.

-No los he visto -le dijo retóricamente.

-Pues no tienes que ver todo, niño -le dijo Luke.

Recordé la noche anterior y mis mejillas tomaron un rosa suave.

-¿Etoces si se dan besos babosos? -preguntó Ashley.

-Sep.

-¡Diu, asco, asco! -gritó Megan.

-A que quieres ver un beso baboso de mami y papi -canturreó Luke.

-No, no, no -gritaron los tres niños a la vez.

Luke se acercó a mí y plantó un beso en mis labios.

-¡Oh mi Dios, qué maldita asquerosidad! -exclamó Austin.

La Bella Y La Bestia ll [Luke Hemmings Y Tu Terminada]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant