La Bella Y La Bestia ll [Luke Hemmings Y Tu Terminada]

Cap. 5

-Me odio tanto-murmuré mientras agarraba mi vaso y terminaba el contenido de una sola vez.

Salí del living cuando Luke iba subiendo las escaleras de camino a la habitación. Lo vi desaparecer cuando dio la vuelta para dirigirse por el pasillo. Entré a la cocina y enjuagué el vaso que acababa de utilizar, me apoyé sobre la encimera y cubrí mi rostro con ambas manos. Dejé que mis ojos se inundaran de lágrimas para luego dejarlas salir. Me detestaba demasiado como para pensar en algo razonable. Tomé papel de la cocina y soplé mi nariz. Respiré profundo y luego de frotar mis ojos, apagué las luces mientras iba haciendo mi camino hacia la segunda planta de la casa. Me quedé estática en el pasillo cuando escuché a Luke cantar por lo bajo. Apoyé mi cuerpo en la pared a solo centímetros de la puerta y me deleité con su hermosa voz.

-you got it you got it bad when you're on the phone hang up and you call right back you got it you got it bad if you miss a day without your friends your whole life's off... -se quedó callado por unos segundos-. Vamos, puedes entrar, ya te oí.

Abrí los ojos de par en par y me reí nerviosamente. Luke asomó la cabeza por la puerta y me observó unos segundos antes de hablar.

-No eres tan silenciosa como crees-dijo con un tono de burla. Salió completamente de la habitación y frunció en ceño-. ¿Por qué has estado llorando?

Realmente, si me conocía.

Miré hacia atrás antes de girarme de nuevo hacia él y señalarme con un dedo en mi pecho.

-¿Yo?

-Si tú, ______-se cruzó de brazos-. ¿Por qué has estado llorando?

-No he llorado.

Largó una baja pero audible risa amarga y luego centró su mirada en mis, seguramente, ojos rojos.

-Estoy esperando que respondas.

-Es que dices lo que se te viene a la mente, Luke-dije desviando la mirada-. No he llorado.

-No te creo-se dio la vuelta y entró a la habitación-. Pero si no quiere contarme, no voy a presionarte.

Suspiré mientras entraba a la habitación y cerraba la puerta detrás de mí. Luke se metió en la cama y observó mi andar hacia el baño.

-Mierda-musité al observarme en el espejo.

Y yo esperando que se la creyera. Reí amargamente y me lavé la cara, cepillé mis dientes y apagué la luz para salir del baño y encontrarme con un Luke de ojos cerrados y cara angelical. Apagué la luz de la habitación y me acosté al lado de Luke. Suspiré agotada, por lo menos ahora lo tenía a mi lado y no escaleras abajo.

-Hasta más tarde-dijo casi en un susurro.

-Hasta más tarde, Luke-dije para luego darle la espalda.

No fueron minutos, sino segundos, cuando Luke me abrazó por detrás y besó mi cuello.

-Odio estar mal contigo, maldita sea. Te amo-murmuró.

Tomé sus manos que reposaban en mi vientre y las junte con las mías.

-Yo también te amo.

Nos quedamos profundamente dormidos cuando el sol comenzaba a salir y los pájaros ya cantaban a lo lejos.

-¡Baaaaaaaaaasta!

Seguido de un gran grito, dos llantos de nena.

-¡Déjenme en paz! Y no lloren que mamá y papá van a despertar.

Los llantos cesaron, pero los sollozos se podían oír. ¿Es que Austin creía que no nos había despertado?

-Malditos-murmuró Luke contra mi cuello.

-Se te ha pegado mucho esa palabra, Hemmings-dije sin siquiera abrir mis ojos.

Luke dejó escapar un leve sonido de su garganta y luego sentí como quitaba sus manos de mi cuerpo.

Un tremendo ruido escaleras abajo me hizo abrir los ojos de golpe y sentarme en la cama. Luke ya estaba casi corriendo hacia la puerta de la habitación.

-Voy a ver que es lo que esos tres se traen con tanto bullicio. Tú quédate aquí.

No iba a quedarme de brazos cruzados en la habitación, así que me dispuse a bajar detrás de él. La puerta volvió a abrirse y la cabeza de Luke se asomó.

-Es en serio-dijo.

Reí al darme cuenta lo gracioso que era ver solo su cabeza en la habitación.

-No quiero que bajes.

-Está bien.