Capítulo 31: Consecuencias

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Wolfgang

Han pasado casi tres meses desde aquella noche triste, como la llama mi pequeño. Fue caótico, tuvimos que irnos por las haciendas lo más rápido que pudimos para llegar a la ciudad y guardar las pocas cosas de valor que teníamos

Con pena dejamos atrás los "lujos" (tv, refrigerador, camas, etc.) la intensión es que crean que perecimos en el incendio para evitar preguntas que no podremos responder además en México la presunción de culpable es la base de nuestro sistema legal sumado a que odian a los gais pasaríamos la vida entera en prisión antes de que nos escucharan

Sin más opción entramos como ladrones a nuestra propia casa luego tomamos camino hacía el druida a solicitar su ayuda para conseguir algo de dinero con la firme promesa de devolverlo, ese hombre se ganó nuestro corazón esa noche:

"No es necesario que devuelvan el dinero haber sido parte de la historia de nuestro mundo trayendo a estos hermosos niños es el mayor pago que pudieron darme"

Aquellas palabras que dijo eran tan ciertas: sus días estaban por terminar. Hubiera querido acompañarlo en sus últimos momentos, pero necesitábamos desaparecer

Los niños ayudaron mucho al mantenerse en perfecta calma mientras alcanzábamos la carretera federar para abandonar nuestro Tabasco, nuestro objetivo es llegar a la parte norte de la nación

Mi mamá y esposo tuvieron que pedir aventón, entristeciéndome al saber que ni siquiera eso puedo darles un viaje seguro. Mi mamá y René van en la parte delantera de la camioneta yo atrás viendo como desaparece de nuestra vista ese infierno que nos vio nacer.

- Sh, estoy aquí - susurro a mi pequeño - nada malo pasa, te amo - suspira y aprieta con fuerza a mí - estamos dormidos en nuestra nueva casa

Las consecuencias de esa noche triste llegaron de forma inmediata en forma de pesadillas que arrebatan el descanso de mi compañero. Despierta gritando o luchando con ese demonio que marco su alma

René decidió contarme lo ocurrido a manos de ese bastardo, quise resucitarlo y matarlo millones de veces, eso no sería suficiente y no me daría lo que quiero la tranquilidad de mi amado. Duele verlo mover sus manos queriendo alejar a esa sombra y como si fueran clavos en los oídos sus palabras "por favor, no" "no quiero" "déjame ir" "ayuda" "auxilio"

Cómo fui tan egoísta que en vez de ayudar le hice pasar el mismo calvario, por qué fui un desgraciado que no vio el dolor de su compañero, aferro a René a mi pecho con miedo de que alguien lo pueda volver a dañar

Mi consuelo es que haya muerte de una forma horrenda el maldito degenerado ese y espero nos encontremos en el infierno donde gozare con su dolor sin importar el mío

- Mamá... perdóname...

- Te amo - beso su frente para evitar sigan esos sueños

Lo que más lo atormenta fue tener que asesinar a sus padres, eran monstruos, seres sin corazón y alma, pero eran sus padres y mi pequeño los amaba, corrijo los ama y extraña. No puedo entender como existe alguien tan noble y valeroso en palabras del otro René "entrego su alma para evitar manchar la nuestra, es el ser más valiente y noble que conozco"

- Wolfgang... no me dejes...

- Jamás

El abandono y rechazo se han vuelto temas muy delicados en nuestras conversaciones, mi René trata de ser fuerte sonriendo y jugando cuando estamos nosotros. Esa fachada se cae en pedazos al caer la noche antes de ir a dormir puedes ver como su mirada parece muerta mientras mira al horizonte y pequeños sollozos son ahogados en su garganta

El niño del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora