34 |Una horrorosa conspiración|

1.2K 172 40
                                    

Skylar

Me encuentro sentada en un banco en la plaza comiendo un helado de chocolate junto con Davina y Josh, el último tiene unos lentes de sol y parece salido de una película de Disney por la sonrisa en su rostro, está tan feliz que en cualquier momento podría armar un musical y hacer que todos los de alrededor bailen y canten con él, río un poco ante la idea de que haga eso y él baja un poco sus lentes para mirarme con una ceja alzada.

—¿Te estás burlando de mi?—Pregunta indignado y yo asiento con una sonrisa divertida—Eres muy mala

—Estás tan feliz que no puedo evitarlo—Me defiendo sin borrar la sonrisa de mi rostro

—¿Cómo podría no estar feliz ahora que puedo caminar al sol y broncearme todo lo que quiera?—Pregunta con obviedad antes de voltear a ver a Davina, quién está mirando al suelo cómo si este fuera el culpable de todos sus problemas—¿Les he dicho que son asombrosas? Porque lo son, junto con el sol, el anillos solar y ese chico corriendo con la camiseta

—¿Dices que somos asombrosas porque ayudamos a que tuvieras el anillo o porque en serio lo somos?—Pregunto intrigada—Mejor no respondas, ya se la respuesta: Soy simplemente asombrosa

—Y una presumida, aunque siendo tú no presumir sería un delito—Dice obvio y yo le guiño un ojo—¿Me das un poco de tu helado?

—La comida es sagrada, eso no se comparte—Digo obvia y el suspira frustrado—Con lo único que soy egoísta es la comida y me siento orgullosa de eso

—Loca—Murmura y yo le doy un golpe en la parte trasera de la cabeza, lo que hace que se le caigan los lentes—Y agresiva también

—Josh, ahora que tienes el anillo solar deberías irte de New Orleans, los dos deberían hacerlo—Afirma Davina mirándonos con preocupación

—Oye, aguarda, ¿Estás terminando con nosotros?—Pregunta el vampiro fingiendo tristeza y yo río mientras me llevo la cuchara con el helado a la boca

—Hablo en serio.

—Lo serio es lo normal contigo y por eso nos necesitas a nosotros para alegrarte, por ende no nos iremos a ningún lado, no pensamos dejarte aquí sola y amargada.

Siento un escalofrío recorrerme la columna vertebral y mi mirada se dirige inconscientemente hacia la calle, dónde puedo jurar ver a Mikael parado observándonos, este desaparece inmediatamente cuando un auto pasa frente a él y por un segundo me cuestiono a mi misma si fue una alucinación o si en serio me persigue, pero al ver el rostro de Davina totalmente aterrado me doy cuenta de que también lo vió y que puede tener que ver con el don que compartimos.

—¿Están bién?—Pregunta el moreno con confusión

—Solo son cosas de brujas—Murmuro apartando la mirada del lugar en el que el vampiro Original estaba e intentando pensar que es una casualidad que estuviera solo y no tiene nada que ver con que Elise me dijo que volvería

—Marcel vino a verme ayer, me pidió que le hiciera un hechizo de encubrimiento, está planeando algo grande contra Klaus—Habla con preocupación y yo la miro sorprendida porque no esperaba que dijera eso frente a mi

—Bueno, supongo que olvidó llamarme, que grosero—Se queja el vampiro

—¿Lo ayudaste?—Pregunto intentando lucir desinteresada

—Si, porque no quiero que lo maten, pero si Klaus se entera...

—No te hará nada, no lo dejaré lo prometo—La interrumpo con seriedad—Además, si Marcel tiene un plan, Klaus lo descubrirá y terminará en una retirada, Klaus no va a matarlo, aúnque no lo parezca si lo ama y estoy segura de que aúnque le guarde mucho rencor, preferiría clavarse una estaca de roble blanco en el corazón antes de matarlo o dejarlo morir

𝐂𝐇𝐀𝐍𝐆𝐄Where stories live. Discover now