１ ９ ８ ５//[tysh/joshler]

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-¿Ves? Claro que estás celoso.

-¿Vas a jugar así?- Bromeé siguiéndole la corriente.

-No estoy jugando a nada Joshua Dun. Tú eres el que se metió ideas solo.-Se acercó mirándome justo a los ojos. Sabía perfectamente el juego que se traía entre manos.

-Iba a comerme a Debby en el auto cuando llegamos por ti y la rubia.-Respondí igual.

Una sonrisa juguetona se le hizo en los labios, los cual remojó con su lengua. Sentí que mis hormonas se disparaban en mi organismo mientras el me tentaba a besarlo otra vez.

~Tyler~

¡Que me beses idiota! ¿Qué no te das cuenta?

~Josh~

sentía que me iba a volver loco si no hacía algo, si no lo hacía pronto. Esta es la vibra de la que hablaba, este tipo de tentación mutua que teníamos, pero ninguno se animaba a dar ningún paso.

La puerta del baño se abrió donde entró un señor de mediana edad. Inmediatamente nos separamos como si fuera ilegal lo que cerca que estábamos. El señor nos miró mal. Tyler respiró hondo y me miró de arriba abajo.

-Que idiota.

Fue lo ultimo que dijo antes de salir por la puerta.

Me quedé parado ahí como inútil pensando en lo que acababa de pasar. La próxima vez que un acercamiento así pasara, con sus miraditas, sus lamidas de labio, y su respiración tan cerca, estaba segurísimo de que me lo comería donde sea que estuviésemos.

Al salir, volví a mi asiento, donde Jenna estaba de pie alentando a su equipo, y Tyler mirándole el culo por el short que tenía.

Debby me jaló del brazo para quedarme junto a ella, y ver los últimos minutos del juego, puso mi brazo sobre sus hombros, y ella me abrazó de la cintura. Tyler cuando nos vio de re ojo, se puso de pie para tomar a Jenna de la cintura y atraerlo a él.

Ahí estaba, un home run del equipo por el que íbamos. Los gritos invadieron el estadio entero, un par gotas de cerveza volaron por el aire.

Bajé mi mirada a mis amigos que se abrazaron entre todos, volteando a ver al frente mío a la rubia y al castaño. Tyler estaba abrazando a Brendon junto a él, y cuando se volteó para abrazar a Jenna, la rubia le tomó de las mejillas dándole un beso. Tyler fuera de quitarse, la pegó más él para luego soltarla. Ahí frente a mi.

Sin pensarlo dos veces no sé qué me invadió. Celos, quizás. Tomé a la pelirroja junto a mi, jalé su blusa a mi para darle un beso rápido sin mucho jugueteo.

-¿Ganamos y lo primero qué haces es besarte con alguien?- la voz de Austin detrás de mi me hizo voltear.

-Imbécil.-Bromeé.

Miré a Tyler quien respiró hondo.

Salimos del estadio tambaleándonos. Estábamos agotados. Sin embargo, aún no terminaba la cosa porque a Brendon se le ocurrió ir a su casa para celebrar.

En la camioneta, Willow y Brendon se centraron al frente junto a Austin para ir poniendo música cantada a pulmón. Atrás, estábamos los cuatro, las chicas, Jenna y Debby. Iban hablando entre ellas, y Tyler y yo sin intercambiar palabras desde el encuentro en el baño.

Cuando la rubia y Tyler se sentaron juntos no faltó mucho para empezar a ver los dedos de él jugando con sus muslos. Sabía perfectamente lo que me estaba haciendo

Willow nos pasó un par de cervezas que repasamos entre los cuatro, llegando a la casa de Brendon, entramos de golpe a la casa. Yo caí rendido en el sillón porque estaba agotado.

Austin puso un disco de vinilo de The Ramones.

-¿Puedo fumar?-Le preguntó el castaño a Brendon.

-Mierda perdona, es que, mis padres ya saben... atrás puedes ir al patio.

Tyler le agradeció y se perdió en el pasillo. Espere un par de minutos para ir tras él con la excusa de buscar cerveza.

Cuando salí por la puerta trasera él estaba apoyado en la cerca con su cigarro a medias.

-Hola.-Susurré.

-¿Quieres uno?-Me extendió la caja.

-No, la verdad no.-Le sonreí.

-Como quieras.-Se encogió de hombros.

-Tyler escúchame.

-Lo sé.

-¿Que? No sabes ni siquiera de que te voy a hablar.

-Yo también necesitaba hablar contigo. Empieza tú entonces.-Dió una calada. No puede empezar porque los nervios se apoderaron de mi. -Muy bien, que hermoso silencio. -Bromeó.

-Creo que...-Tenia la palabra en la punta de la lengua.

-Nuestra primera cita fue hacernos un arete juntos... porque sí, eso fue, una cita.-Interrumpió. Cambiando totalmente el tema.

-¿Cita?

-Ajá. O dile como gustes no me importa.

-¿Por qué sales con eso?

-Por que el arete aún lo tienes, no te los has cambiado. Te luce.

-¿Tyler tu que quieres?-Me crucé de brazos viéndolo sacar el humo.

-Eres un idiota. Eso eres.

-Tu eres un maldito.

-No Joshua, hablo enserio eres un desgraciado.

-Tu eres el que se la pasa echándome miraditas, desde el jodido día que te conocí no has salido de mi puta cabeza Joseph, estás en todas partes, no se que quieres hacer conmigo me confundes como no tienes idea.

-Un imbécil.-Susurró acercándose.

-¿Qué te pasa? ¿Ves? De esto estoy hablando, te acercas así y...

-Bésame.-Interrumpió. Lo dijo de una forma como si le hiciera falta, a escasos centímetros de mi. La punta de nuestras narices estaba apunto de rozar.

-¿Qué?-Fruncí el ceño confundido.

-¿Ves? Eres un imbécil.-Tiró el cigarro apagándolo con su zapato y volvió adentro sin siquiera dejarme reaccionar.

Volví a dentro con ganas irme. No quise quedarme pero Brendon me lo pidió. El resto de la noche Tyler y yo solo cruzamos miradas, con las que me recordaba lo imbécil que soy. No sé por qué cuando estaba a punto de poder besarlo me congelaba, y aún así claro que quería besarlo joder. Un puto beso me costó muchos días.

A las nueve, volví a casa, donde caí rendido a la cama, y me dormí con la misma ropa con la que salí.