MIKAYLA © [#PGP2022]

5- La madre que me parió

Jharel.

14 de noviembre del 2017

Ha pasado una semana desde lo ocurrido en la segunda fiesta y todo ha estado... Normal.

Normal en el sentido de que no ha pasado nada y todos hemos seguido con nuestras vidas.

Salgo del vestidor dejando a mis compañeros atrás, estuvimos practicando fútbol, tendremos un partido amistoso dentro de poco.

Camino hacia la cafetería, muero de hambre y hoy dan pizza.

Al entrar voy directo al mostrador y me agarro tres pedazos de pizza y un juego de manzana. Paseo mi vista por el lugar y me topo con Jaxon sentado en una mesa en la esquina, camino hacia él.

—Buenas— me siento.

—Dias, porque buenos están estos Muffins— habla con la boca llena y yo arrugo la nariz.

Agarro un pedazo de pizza y le pego un gran mordisco.

—Mi padre me llamó ayer— hablo después de tragar haciendo que Jaxon me preste atención—. Quiere que vaya a una Gala benéfica— ruedo los ojos.

—Yo también tengo que ir— suspira—. Mamá ya me tiene el traje y todo.

Es mi turno de suspirar.

—Odio esto ¿Por qué no pude ser pobre?— me lamento—. Creo que hubiera sido más feliz así.

—Y yo creo que los pobres hubieran sido más feliz con todo el dinero que tú y tu familia tienen— muerde una manzana.

Bebo de mi jugo y sigo comiendo.

»Mi hermana te quiere ver— enarca una ceja-. ¿Para que será?

Oh mierda, su hermana.

Bueeeeeno, puede ser, tal vez, quizás, quizás, quizás, me haya acostado con ella.

—No tengo ni la menor idea de para que será— me encojo de hombros y sigo comiendo.

A la hora de terminar me dieron ganas de ir al baño, así que me levanto y salgo de la cafetería sin despedirme de Jax.

Muy poca gente anda por los pasillos, la mayoría anda comiendo, están en la biblioteca o en algún aula.

Entro al baño y hago mis necesidades, al salir me lavo las manos y veo mi reflejo en el espejo.

—... Pero que se le va a hacer— una voz amortiguada llega hasta mis oídos. Siempre se puede escuchar las conversaciones en los baños, no es la primera vez así que no le presto atención—. Nikko, pasó algo hace una semana más o menos.

¿Esa es Mikayla?

La vieja chismosa que llevo dentro sale a la luz.

—¿Que hiciste ahora, Mika?— la voz de un hombre suena, pero se escucha más baja, asumo que está hablando por teléfono.

—Me... Acosté con dos chicos— suelta—. Y antes de que digas algo, fue diferente.

—¿Cómo que diferente?— la voz del hombre está llena de preocupación y curiosidad.