The Úlfhéonar: Guerreros Lobo

Prólogo

Sinopsis.

Se lanzaban a batalla cubiertos en su piel animal o semidesnudos. Saqueaban y mataban indiscriminadamente, ciegos de furia. Eran insensibles al dolor y capaces de hacer cosas que ningún humano podría. Amedrentaban a sus enemigos, y a veces, hasta a sus amigos.

Así son los guerreros Berserkers. Los Úlfhéonar. Los guerreros lobos.

La pasión puede ser mucho más peligrosa que la venganza.

Sasuke Uchiha es uno de los poderosos jefes Úlfhéonar del norte del País del Fuego que solo guarda lealtad a su clan. Cuando su clan es ofendido, Sasuke no escatimará en esfuerzos para vengarlo. Pero un pacto no deseado con este clan rival lo ha obligado a un matrimonio con el alfa, Naruto Uzumaki, un esposo que no desea ni tiene intención de mantener.

Pero Sasuke no había previsto que este fascinante hombre desencadenaría la pasión salvaje que hierve bajo su apariencia estoica.

Naruto está dispuesto a emplear todos los medios a su alcance para descubrir los secretos de su esposo. Sin embargo, es sorprendente como la risa de Sasuke y su mirada encienden cada parte de su ser. Ahora, Naruto ha encontrado la felicidad con la que siempre había soñado y deseado... precisamente con el hombre al que se supone que tiene qué traicionar. 

Había mucho fuego a su alrededor.

Un fuego que lo asustaba y que lo ahogaba a partes iguales. ¿Dónde se encontraba? ¿Alguien vendría a ayudarlo? Apretó sus pequeñas manitas regordetas contra su sabana favorita y lloró mientras susurraba por ayuda. No podía gritar. Si gritaba, los malos podían encontrarlo. Sintió a alguien aproximándose a él y tomándolo en brazos con fuerza. Al percibir el olor tan conocido para él, se acurruco con tranquilidad. Ya todo estaba bien. Había venido a rescatarlo.

No sabía cuánto tiempo había pasado, pero ya no podía percibir el fuego. Aunque si podía olerlo. La persona que lo cargaba comenzó a jadear y luego tuvo que bajarlo de sus brazos. El pequeño observo todo a su alrededor con curiosidad y reconoció el bosque donde solía jugar con sus amigos. Miro a la persona frente a él, pero por alguna razón, no podía ver bien su rostro. Aunque tenía un largo cabello, pensó que era bonito.

—Tienes que ser bueno, ¿está bien? —susurro la persona de cabello largo con suavidad pero rapidez—. Es como cuando jugábamos, pero esta vez, no podemos regresar a casa. Tenemos que correr.

—¡Mi señora! —llamó alguien. Otra mujer corría hacía ellos con un vestido blanco... ¿con rojo?—. Tenemos que huir, han invadido todo ¡incluso las caballerizas!

—Escúchame con atención —Mi señora lo agarro por los hombros y lo sacudió aun con suavidad—. Vas a irte con Eli y vas a obedecerla en todo hasta que yo vaya por ti, ¿entiendes? Asiente si entiendes... ¡buen chico! Yo voy a distraer a los malos jugando a las escondidas, mientras tú vas a ir a esconderte con Eli, ¿ok?

Asintió una vez más y Mi señora le llenó el rostro de besos. Mi señora y Eli se alejaron un poco mientras discutían en voz baja hasta que Eli le entrego algo a Mi Señora. El pequeño las observo con fascinación, no podía apartar la mirada. Por alguna razón, tenía muchas ganas de llorar.

Eli, regresó a su lado alzándolo y corriendo hacia la izquierda mientras Mi señora corría hacia la derecha. A los lejos, escucho lo que parecían ladridos de perros haciendo eco. Se encogió en los brazos de Eli. Tenía miedo, mucho miedo. Quería que Mi señora regresara y volviera a abrazarlo con fuerza. Estiro sus manitas cómo si pudiera alcanzarla y el grito femenino que escucho a lo lejos le rompió el corazón.

Castillo de Uchiha, Isla Amaterasu, norte del País del Fuego, 

Misseri Ýlir 

Se despertó bañado en sudor y jadeando como si hubiera corrido durante tres horas sin descanso. Naruto se palpó las mejillas y las sintió húmedas, ¿por el sudor, quizás? No lo sabía, pero tenía que darse un baño. El corazón estaba acelarado y una sensación de desasosiego lo embarga, pero decidió ignóralo, después de todo, no era la primera vez que tenía pesadillas y no podía recordarlas. Bostezando, Naruto se preguntó qué haría su esposo ese día para fastidiarlo. Era innegable que Sasuke no lo quería y aunque Naruto se esforzaba, no podía de ser del todo sincero.

Se asomó por la pequeña ventana de su habitación y lo observó en el patio. Se encontraba con sus hombres, preparándose para comenzar las tareas del día, especialmente el entrenamiento. Para Naruto, era sorprendente como permitían a los omegas disfrutar de diferentes tareas, era algo nuevo, pero también increíble. Aunque su esposo no era un omega común.

Debió sentir su mirada porque el hombre volteó y le echo un vistazo a la ventana de su habitación dentro de la fortaleza. Cuando cruzaron miradas, Naruto sintió una corriente eléctrica subir por su espalda. Ah, como quería tener a Sasuke en su cama. Uno de los compañeros de Sasuke hizo un comentario y a él se le unieron dos más riéndose por lo bajo. Probablemente estaban criticándolo, nadie ahí lo apreciaba sinceramente. Eran cordiales, pero eso era todo. Podía contar con los dedos de su mano derecha quienes querían conocerlo de verdad y le sobrarían dos dedos. Aunque, sinceramente no los culpaba.

El aspecto relajado de Sasuke cambió y la tensión se apodero visiblemente de su cuerpo. Con una última mirada llena de desdén hacía él y unas palabras hacia sus compañeros, Sasuke se abrió camino, adentrándose en la fortaleza. Naruto estaba seguro que vendría a buscar pelea. Seguramente.

Suspirando, se quitó la ropa para darse un baño.Era una fortuna que Gaara siempre dejara una bañera con agua caliente para él.Si tenía que enfrentar a su neurótico marido, los mensajes amenazantes de su tío y otro comentario sarcástico de los miembros de ese clan, lo haría limpio.

Al menos, eso sí podía decidirlo por sí mismo

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¿Que les pareció? Aunque es sólo un prólogo creí que era interesante dejarlo así.

Mi inspiración para The Úlfhéonar: Guerreros Lobo, esta en la cultura nórdica y en la leyenda de los Bersekers y esas cosas, por lo que usaré muchas cosas en referencia a esta. 

Aclaración: Ýlir, era uno de los meses o como los vikingos clasifican sus días y temporadas en la tierra a diferencia de los romanos o los católicos quienes entorno a la llegada de Jesucristo fue que comenzaron a establecer los días de la semana o los años (creo que es así). Por ello, los nórdicos tenía su propia forma de clasificar las temporadas del año, mayormente las clasificaban en dos: Invierno y verano. Pero dentro de estas dos derivaban los meses o días. Ýlir corresponde a lo que en nuestro calendario serían desde el 14 nov al 13 dic. No puedo decir que es Noviembre o Diciembre, es sólo que este mes constituye los días de estos dos meses que mencione. Si tienen más dudas pueden hacérmelas saber.

Estoy preparando un material ilustrativo para que puedan guiarse mejor en el futuro. Nos leemos pronto.

Cuídense mucho.