POV - ABRIL SALVAT

766 44 3
                                    

ESCAPATE CONMIGO

El problema es cuando decimos que sí por las razones equivocadas, como si aceptando lo que no queremos nos sentiremos mejor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El problema es cuando decimos que sí por las razones equivocadas, como si aceptando lo que no queremos nos sentiremos mejor. Como cuando quieres escapar y el escape tiene nombre y apellido y está frente a ti.

Verónica nos llevó a un restaurante submarino, y todos estábamos atentos a sus explicaciones sobre dónde estábamos y cómo el lugar lo conocían pocas personas en el mundo. La verdad era hermoso, pero mi mente estaba en otro lado.

—Quiero brindar por la próxima presidenta de Renacer y su gran desempeño —exclama Verónica y todos levantan sus copas.

—¡Salud, salud por Shantal Bracovich! —dice Lucía sin importarle nada. Puedo ver como Juan Pablo le aprieta la mano por debajo de la mesa para que se calle. Pero a mí me causa gracia, no me molesta su sinceridad.

—Bueno... hay varios candidatos y la competencia está reñida —alega Juan Pablo saliendo del paso—. ¿Quién creen que gane?

—Abril, no hay duda —contesta Verónica.

—¿Y ustedes, por quién votan?

—Me reservo mi opinión.

—No hay problema Adonis, no importa que votes por tu hermano, es lógico —acota Verónica.

—¿Por mi hermano? ¡Ni loco! Definitivamente votaría por Shantal.

—¡Brindo por la próxima presidenta de Renacer, Abril! Confío en ti —reafirma Verónica y quiero decirle que no confíe, pero opto por el silencio.

Después de la cena nos dirigimos a un hotel cercano. No es como el restaurante submarino, pero es precioso. Adonis y Valentín se pierden, mientras que nosotros disfrutamos unas copas de vino en la piscina de la terraza. Lucía entra al agua con un traje de baño negro de una sola pieza. Verónica me anima a meterme con ella. Estoy en confianza hasta que, una vez dentro, se quita la parte de arriba del bikini, sin importarle que Juan Pablo está presente. La cara de Lucía es de asombro y malhumor, se nota que no la soporta.

—¿Qué pasa? ¿Te incomoda? Si quieres me lo pongo —me pregunta, pero sin ápice de timidez camina hacia mí.

Juan Pablo no puede evitar mirarla hasta que Lucía le salpica agua. Se pone rojísimo de la vergüenza.

—Si te sientes cómoda por mí está bien —respondo.

—¿Te pasa algo?

Entiendo lo que ella quiere, o el vino hace que me dé cuenta. Así que decido dárselo. Comienzo a besarla y ella me sigue el juego, pero parece que no lo hago muy bien.

Verónica termina por apartarme.

—¿Lo haces porque quieres? ¿O por complacerme?

—Lo hago porque me provoca. —La beso, pero me quita la cara.

Quinientas veces tu nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora