sorry, i love you || changlix

Capitulo 1

Changbin estaba acostado en la cama de su amigo, con su cabeza reposando en el regazo de Felix.

Era un día cualquiera, la tarde se habia hecho presente y el cielo se encontraba bañado de un color rosado y naranja, los pájaros se escuchaban de lejos llamando por agua, estaban a punto de entrar en invierno pero parecía que no iba a ser uno bueno.

Era una tarde espectacular para Changbin, en la que Felix y él, habian quedado de ir al parque pero parecia que ninguno de los dos quería levantarse de la cómoda posición en la que se encontraban. El clima era relajante y eso hacía que el par de amigos estuvieran en la cama cerca, sintiendo el calor que emanaban los dos.

Felix estaba acariciando el cabello negro del mayor, mientras que con su mano libre estaba sosteniendo su celular, revisaba las novedades que habían en las redes sociales.

— ¿Iremos al parque? — Felix rompió el silencio cómodo que rodeaba la habitación. Changbin lo había llamado para ir al parque y disfrutar de la naturaleza pero  parecía que sus planes iban a ser cancelados.

— No tengo muchas ganas de ir. — se termino de acomodar. — Estoy bien así. ¿Importa si me quedo a dormir acá? mis papás no estarán en la casa y no quiero quedarme solo.

— Claro que no, Binnie. —apagó su celular para poder prestarle atención a su amigo—. Sabes que puedes quedarte cuando quieras. Me gusta tener tu compañía, también me aburro y me siento solo cuando mis papás están trabajando— sonrió haciendo que sus ojos se cerraran como media lunas.

Changbin pasaba la mayoría de tiempo en la casa de Felix que en la de él, debido a que no le gustaba estar solo, sus padres la mayoría del tiempo pasaban fuera de su casa y a los padres de Lee no les molestaba que el mejor amigo de su hijo se quedara a pasar mucho tiempo o incluso a dormir en su casa.

— ¿Que hacemos? — la mirada de Changbin estaba perdida en el techo de la habitación, esta tenía estrellitas pegadas que se iluminaban en la noche cuando todo estaba oscuro. Aun recuerda el día en la que las pego con Felix, tenían alrededor de trece años, ya habían pasado cinco años desde que lo habían hecho y Changbin en verdad apreciaba tener esos recuerdos en su mente, porque cada vez que lo recordaba sonreía como un completo tonto pero es normal ¿verdad? Sonreir siempre que recuerdas los momentos junto a tu mejor amigo en esos que siempre tiras grandes carcajadas y disfrutas los momentos como si fueran los últimos dias de tu vida, obviamente es muy normal. — Yongbokie estoy muy aburrido, pero no quiero pararme, estoy seguro que tu tampoco.

— Changbin tienes que dejar de estar haragán ¿Ya estudiaste para los exámenes? — volvió a acariciar el cabello negro de su amigo, desprendía un olor delicioso, no estaba seguro que olor era exactamente pero parecía una rara combinación entre miel y coco, muy dulce, pero a Felix le encanta lo dulce. Cuando estaba pequeño sus papás peleaban con él para que dejara de comer tanto dulce en el día, recordaba que siempre lo regañaban y le decían que iba a terminar con dolor de estomago, justo como sus padres le habían dicho, se quejaba en la noche por el molesto dolor de estomago que sentía y se ponía a llorar porque nunca se le quitaba.

— Falta menos de un mes para que empiecen, todavía hay tiempo, estudiar es muy aburrido ¿De que me va a servir sacar la raíz cuadrada de un arbol en la vida? El teorema de pitagoras es demasiado aburrido, hemos estado estudiando esos temas por mas de cuatro años seguidos, siempre lo vemos y lo peor es que aburre demasiado. ¿Que hice para merecer esto?

— Binnie, el teorema de pitagoras no es difícil solo eres tu que no prestas atención, si quieres hasta te puedo ayudar a que estudies y saques buenas notas para que puedas pasar el año. Además no tienes que dejar las cosas para última hora, por eso es que siempre te estresas y reniegas por todo, hasta llegas a los extremos de no comer durante todo el día. — Felix lo regaño justo como una madre preocupada que se dirigía a su hijo, y claramente la preocupación que sentía el pecoso era extremadamente grande, odiaba ver a su amigo vomitar todo lo que comía debido al estrés, odiaba verlo haciendo sus tareas atrasadas para poder entregarlas a tiempo, odiaba ver las bolsas negras marcadas, debajo de los ojos de su amigo. Hacia que se sintiera mal y lloraba en silencio por él porque se le partía el corazón al verlo en esos estados.