Pasaron horas donde mi padre me obligó a escuchar un sermón sobre que no debía encubrir el mal comportamiento de mi hermano, mientras que me hacía ayudarle con las decoraciones.
JungWon se había quedado dormido en el sofá de mi casa esperando a que lo mayores terminaran su discusión y para cuando me di cuenta ya estaba anocheciendo.
— JungWon, despierta. Tenemos que ir a por los demás.— dije moviendo con cuidado su hombro, recibiendo un único gruñido de su parte.
Al ver que no despertaría le golpeé la cara de una bofetada, riéndome ante la manera en la que se despertó tan confundido.
— ¿No te vas a disfrazar?— me pregunto JungWon soltando un profundo bostezo.
— Por supuesto que no.— dije frunciendo el ceño ante la idea.
— Por supuesto que sí, no vas a ser el único amargado sin disfraz. Ve buscando uno.— le advirtió su padre mirándolo con los brazos cruzados y una notable mueca.
Solté un suspiro al verme arrinconado y asentí no muy convencido con la idea.— Bien, creo que tengo un disfraz de doctor en el clóset.
— Me da miedo preguntar por qué lo tienen.— dijo JungWon formando una mueca ante la idea.
— Si...mejor no preguntes.
***