Capítulo 3

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"Aunque te creas insignificante, siempre hay alguien que te necesita. O esa persona todavía no apareció... o la tienes cerca, pero no te das cuenta"

~*~

Toqué la puerta de la oficina de la directora de la academia y esperé a que me diera permiso para ingresar.

—Vy mozhete proyti (Puedes pasar). —Abrí la puerta e ingresé con una media sonrisa para dar una buena imagen.

Aquel lugar estaba muy organizado y pude saber el nombre de la directora gracias al pequeño cartel que había en su escritorio.

—Dobryy den', miss Katerina (Buenas tardes señorita Katterine) —dije firme y a la vez con un poco de "amabilidad".

—Buenas tardes, sé que eres la nueva estudiante de intercambio, no es necesario que me hables en ruso, sé hablar inglés.

Asentí.

La señorita Katterine era una mujer de unos treinta y cinco años de edad, pero lucía de una forma maravillosa, tenía un aspecto elegante e intimidante.

Un aspecto que cualquier mujer de su edad desearía poseer.

—Te guiaré hasta tu habitación y te daré un rápido recorrido por la academia.

—Sí, gracias.

La señorita se levantó de su asiento, caminó hasta la puerta, la abrió y salimos de su oficina.

—Los dormitorios se dividen en dos secciones, el de la derecha es el de las mujeres, el de la izquierda el de los varones y está prohibido que alguna chica o chico ingrese a la sección contraria a la que pertenece. Si se rompe esa regla, el estudiante podría llegar a ser expulsado.

Mientras escuchaba la explicación de la señorita Katterine, observaba cada parte de la academia, era un lugar bastante amplio, había bastante vegetación y en el "patio" podías encontrar pequeños montes con árboles y césped.

—Si sigues caminando por aquí, llegarás a los salones para que continúes con tus estudios y a través de estos pasillos están los auditorios de baile y música.

En los auditorios aún había personas practicando y vi que en el más grande había un chico de cabello negro que tocaba un violín.

Él tenía los ojos cerrados y se podía notar que tocaba con mucha pasión.

El violín... sabía tocarlo, pero hace mucho que no lo hacía. Mi madre me había prohibido hacerlo aunque tenía curiosidad por saber su motivo, sin embargo, no la contradije y con tristeza acaté su orden.

Miré al chico de reojo hasta que este abrió sus ojos y me devolvió la mirada.

Sus ojos eran grises.

Y ninguno apartó la mirada de los ojos del otro.

Entonces, me di cuenta de que aquel chico que tocaba el violín era el mismo que vi cuando entré a la academia.

Era curioso que volviera a verlo tan pronto, pero así como en la primera vez que lo vi, no le tomé importancia y giré mi vista al frente.

Seguí caminando junto a la señorita Katterine y llegamos a un lugar donde habían dos grandes puertas corredizas de vidrio.

—Y por último, este es el comedor, está abierto toda la semana desde las cinco de la mañana hasta las once de la noche. Bien, ahora regresemos a los dormitorios para mostrarte tu habitación.

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⏰ Last updated: Mar 07 ⏰

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Amor A Través De La MúsicaWhere stories live. Discover now