-¿A quién me hará acordar está actitud?-Murmura papá cuando paso por su lado.

-¿A Dex?

Él se ríe y se acerca a dónde estoy para ayudar a Damon a subirse a la camioneta.

-Yo puedo-Murmura mi pequeño-. No soy un niño, pero gracias, abu.

Mi papá me mira con orgullo y luego suspira.

-No me quieres porque soy viejo, ¿no?

-¡Yo te amo!-Chilla él riendo.

Me subo a la camioneta para luego verme por el espejo retrovisor, mis ojos se ven cansados y mis ojeras son notorias. El vehículo se empieza a mover por lo que me pongo los lentes de sol que le saque a mi novio y cierro unos segundos mis ojos.

-¿Habrá helado?

Me río entre dientes, mientras escucho la conversación sobre la parillada que están preparando en el campo que Dan tiene aquí.

-Helado y pasteles-Le responde papá.

Veo como él lo mira a través del espejo retrovisor y sonríe aliviado. Mi celular suena por lo que rápidamente me fijo que es Madison.

Madison: Hola, Nik, ¿Cómo está hoy Damon?
Madison: ¿Ya está en casa?
Yo: Gracias por preguntar, Mad.
Yo: Él está bien. Solo un poco cansado de recibir tanta atención y que la gente quiera hacer todo por él.
Yo: Ahora estamos yendo a la parillada de mi familia y la de Dan.
Madison: ¿Cómo está Daniel?
Yo: Solo rezo para que no me deje.

Dejo el celular sobre el salpicadero y me muerdo la piel del pulgar.

-¿Todo bien, cielo?

Miro detrás nuestro como Damon no deja de mirar por la ventanilla y luego me encojo de hombros.

-Eso estuvo cerca, ¿no?

-Por suerte el que estaba al volante es un piloto de fórmula uno...-Responde sin dejar de mirar la calle.

Me aclaro la garganta.

-¿Crees que vale la pena tanto peligro?

Él suspira y me mira serio.

-Amas ser policía, ¿no?

-Claro, pero más amo a Damon y Daniel.

Papá asiente y sonríe.

-Tenemos prioridades, pero, hija, tú ya estás metida en esta mierda, no dejes las cosas por la mitad porque no tienes la vida comprada, además no sabes, ni tienes certeza de que te dejen en paz pese a hacerte a un lado...

No le respondo, solo miro a Damon que parece estar en su mundo.

-Haz lo que quieras, cielo, cuida de tu familia, pero que eso no te impida cumplir con lo que prometiste, con tu responsabilidad-Sigue él hablando por lo bajo-. Eres fuerte e inteligente, Nikova, además tienes a un hijo y un hombre que te aman por sobre todas las cosas. Hazlo por ellos.

Asiento con la cabeza y sonrío.

-Aprovechando el momento... ¿Puedes dejar de mirar de forma amenazante a Daniel?

Una carcajada se le escapa haciéndome reír.

-Claro que no, es mi trabajo como papá.

°°°

Me quedo mirando por la ventana de la cocina, el como Damon se encuentra sentado sobre el regazo de Dean mientras Bri le firma el yeso, hasta que siento un beso sobre mi coronilla.

-Él está bien, mi amor...

Miro sobre mi hombro y le doy un pequeño beso sobre los labios.

-¿Crees que debo hacerme a un lado en el caso?

Última vuelta [Daniel Ricciardo] ✓Where stories live. Discover now