Última vuelta [Daniel Ricciardo] ✓

Capítulo 11.

La realidad del asunto es que no pasan ni dos minutos de la ida de Matthew que mi puerta es abierta nuevamente, solo que esta vez nadie toca.

-¿Qué le hiciste a ojitos?

Abro los ojos para encontrarme con mi mellizo.

-Hola, idiota-Le digo intentando que mi voz suene como siempre.

-Hola, horrible.

Sonrío cuando deja un beso en mi frente y pongo los ojos en blanco cuando se sienta encima de mi escritorio, literalmente.

-¡Dexter, tengo papeles debajo de tu trasero!-Me río.

Él me mira con atención. Sus ojos verdes en este momento me escanean sin parar.

-¿Qué te dijo ese imbécil?

Enarco una ceja y lo miro seria.

-¿Oíste detrás de la puerta?

-No, pero veo que estás tensa y que algo te molesta-Dice atento-. Además ví como parecía gruñoncito al salir de aquí, el de Blancanieves y los siete enanitos.

Me río ante la diferencia y lo miro divertida.

-¿Poder de mellizo que lo notes?

-Soy de las personas que mejor te conocen, así que si.

Cierro los ojos y no me doy cuenta en que momento me lleve el pulgar a la boca hasta que mi hermano me lo saca.

-Muchas cosas, nada que no haya escuchado antes-Le termino por contestar.

-Nik...

-Esta bien, Dex, de verdad-Le digo segura-. Yo me puedo defender a la perfección.

-Te llega a hacer algo, lo que sea y me enteraré, espero que lo sepas.

-No dejaré que te juntes más con Lola-Digo mientras me llevo el bolígrafo a la boca-. Ambos son muy chismosos...

-¿Sabes quién es chismoso sin darse cuenta?

-Oh, mierda-Gimo.

-Sip-Se ríe-, oh, mierda.

-¿Qué dijo exactamente mi hijo, mejor conocido como el no discreto?

-Que tiene un amigo nuevo y la descripción de "su nuevo amigo" me es muy familiar.

Cierro los ojos y suspiro mientras me paso las manos por el rostro.

-Daniel está decidido... Nos quiere a Damon y a mi en su vida.

-¿Y tú le crees?-Pregunta tras unos segundos.

-Lo veo muy decidido Dex, no es el mismo Daniel que ambos conocimos, esta distinto...

-¿Lo dices por lo físico?

Abro los ojos para mirarlo mientras enarco una ceja.

-¿De qué hablas?

-¡Ja! Cabrona, yo si uso mi Instagram para otra cosa que no sea buscar recetas de pasteles raros.

-¡Discúlpame por tener un niño al que le gusta probar distintos pasteles los domingos!

-Esas costumbres raras que tiene tu y mi sobrino.

-Déjanos en paz-Le digo golpeando su muslo.

-Hablando en serio hermana, ¿Qué es lo que te limita tanto?

Pienso unos segundos mientras mastico la parte superior del bolígrafo.

-No sería capaz de dejar que él le rompa el corazón de...