BUSCANDO A LILI

¿QUIÉN SE LA LLEVÓ?

BUSCANDO A LILI (Parte lll)

Salí de la comandancia de policía desconcertado y un poco asustado, no sin antes escuchar los regaños y amenazas del policía porque según él estaba jugando con la autoridad, me sentía tan lleno de dudas, ¿Por qué no habían registros de Lili? Me encaminé a su pequeño departamento para tomar una de las fotografías que habían en pequeños marcos en distintas partes de su departamento, para regresar a la comandancia y mostrarles que yo no estaba mintiendo, tomaría la que Lili tenía en su mesa de noche, donde estábamos juntos, abrazados uno al otro, llegué al departamento y me dirigí directo a la habitación, la fotografía no estaba, mi sangre se heló en ese preciso momento, me dirigí a buscar otras fotografías que estaban en otras partes del departamento y para mi sorpresa, tampoco estaban.

Tomé las llaves y me dirigí a mi departamento, ahí tenía fotos de nosotros juntos, cuando llegué a mi departamento me quedé totalmente petrificado, no había una sola fotografía, busqué en las gavetas de mi mesa de noche las cartas que Lili me había escrito y tampoco estaban, ¡Joder, no había rastro de Lili! Nunca le habían gustado las redes sociales así que no las usaba, ¡Nunca quiso conocer a mis amigos y tampoco a mis padres y menos me presentó a los suyos! Siempre me dijo que debíamos tener nuestros propios espacios, pero joder ahora no tenía como comprobar que Lili existía, habían borrado todo rastro de ella, ¿¡Que clase de mafia sea había llevado a Lili!? Sentí tanto dolor por ella, empecé a llorar hasta quedarme dormido.

Soñé con ella, la vi frente al espejo del baño, totalmente desnuda, era tan hermosa, con esos kilos de más, su piel bronceada, su preciosa cabellera roja mojada, sus enormes ojos, su boca bien formada, su carita de niña buena, con esa sonrisa de ángel y esa mirada pervesa, yo la veía hechizado mientras secaba su cabello con la toalla, ella me veía por el reflejo del espejo y sonreía, -eres hermosa- dije, se dio la vuelta y ¡Joder, sus hemrosos pechos grandes y firmes quedaron a mi vista, con esos pezô-nës perfectos! -Te amo Gustavo- dijo, no me aguanté y me avalancé sobre ella, -¡Ah Lili, te amo tanto!- dije, y luego de eso la besé, nuestras lenguas se encontraron, jugaron y sin más introduje mis dedos en su interior, estaba tan humeda y caliente, ella gimió sin dejar de besarme, apretó sus piernas y también mi espalda, soltó mis labios y se inclinó hacía atrás, sus pechos quedaron a la altura de mi boca, tomé uno, y lo chu-pê, lamí su pe-zôn, y seguí chupando su pecho con fuerza, mientras mis dedos entraban y salían de ella, su larga cabellera roja rozaba sus caderas y sus ge-midòs eran música para mis odios, ¡Joder decía mi nombre entre gê-midos, hasta que explotó en un orgasmo que la hizo chorrear-sê por completo dejando mi mano totalmente mojada, llevé mi mano a mi boca, la chu-pê y luego la besé, me correspondió el beso con tanta pasión, la solté, la vi a los ojos, -Te amo- dije, ella sonrió y respondió: -Te dije que si me dejabas no te arrepintieras y no me buscaras, asume la consecuencia de tus actos- ¡Desperté de golpe! Con una enorme errecci-øn pero también muy agustiado por lo que ella había dicho al final del sueño, fue justo lo último que me dijo antes que se la llevaran, ¡Tenía que saber que pasaba con Lili!

Me metí a la ducha, no voy a negarlo, ni me haré el fuerte, lloré, lloré de angustia por Lili, de pronto recordé los fósforos que había encontrado, así que salí de la ducha, me cambié rápido, tomé mi auto y me dirigí al club "Escarlata", cuando me estacioné frente a él, sentí escalofríos, bajé del automóvil y me dispuse a entrar.

Continuará...

- Lissbeth SM.