BNHA ONESHOTS

Mirko I

Comenzamos este capítulo en un gimnasio algo lujoso en el cual se podían escuchar el sonido de varios impactos además de varios jadeos de cansancio y la dueña de aquellos sonidos no era otra más que una mujer de tez morena con cabello blanco sujeto en una cola de caballo y un par de orejas blancas sobresaliendo de su cabeza, su ropa consistía en un top negro con algunos tonos en morado que apretaban muy bien su zona superior dejando a.la vista su abdomen tonificado y sus músculos brazos, en sus manos se podía ver un par de guantes sin dedos del mismo color de su top y finalmente traía un pequeño pantalón del mismo color que sus otras prendas el cual dejaba a la vista sus largas y musculosas piernas además de una mullida cola de conejo de color blanco

La dueña de esta silueta no era otra que Rumi Usagiyama o también conocida como Mirko la famosa heroína conejo que había vuelto loco al mundo con su debut pero ahora parecía estar más enfocada en seguir conectando los poderosos golpes al costal de boxeo que se balanceaba levemente de un lado a otro y lejos de la escena de entrenamiento de Rumi se podía ver a una silueta un poco más alta que la morena la cual suspiro pesadamente y se acercó a dónde se encontraba la coneja

???: "¿Cuántas veces debo decírtelo Mirko? Mi casa no es un patio de juegos al que puedes entrar y salir" Por su parte la morena dejo de golpear el costal de boxeo y tomo una larga respiración para después llevar una toalla a su rostro para poder limpiar el sudor que recorría su rostro y abdomen

Rumi: "Lo siento (T/n), pero tú gimnasio es el único que puede ayudarme a usar toda mi fuerza sin redimirme" Como muestra de ello Rumi volvió a golpear el saco de boxeo casi rompiendo las cadenas de las que se encontraba sujeto y por su parte el hombre ahora conocido como (T/n) o como la mayoría de la gente lo concia (N/h) volvió a suspirar pesadamente

(T/n) (T/a) era un chico de estatura realmente intimidante rivalizando incluso con Fat Gum, su aspecto físico al igual que Rumi era para admirar debido a que su quirk lo hacía gastar demasiada energía y tenía que estar a la altura de dicha habilidad, la habilidad de (T/n) era un tanto rara ya que tenía la habilidad de detener el tiempo y poder atacar a sus enemigos ahora lo especial de esta habilidad es que cada golpe que (T/n) conectaba era mucho más fuerte de lo que se esperaba y cuando la pausa terminaba la mayoría de los enemigos acababan inconscientes o eran enviados a volar por ello por lo que la mayoría de las veces el chico de cabello (C/c) terminaba muy agotado y por ello tenía que mantener un mejor manejo de su quirk

T/n: "Tal vez si trabajarás para alguna agencia lograrias tener este tipo de lujos en tu hogar" Rumi se dió la vuelta

Rumi: "No lo creo, además ninguna agencia tiene lo que necesito, así que tendrás que seguirme viendo por aquí durante mucho tiempo"

T/n: "Está bien, solo procura llamar antes, no es normal que entre a mi casa y encuentre todo desordenado, pensé que eran ladrones y la.procima vez podría acabar lastimandote"

Rumi: "Dudo mucho que puedas hacerlo o al menos hacerle daño a este cuerpo" Rumi termino por hacer un ademán con sus manos hacia su cuerpo y eso de ganó un suspiro de parte de (T/n)

T/n: "Sabes perfectamente que no te veo de esa manera, tengo novia, ahora prepárate para la cena que tendremos con Hawks y Edgeshot, no quiero ser sermoneado por el otra vez" En el momento en el que (T/n) se dió la vuelta el rostro de Rumi se convirtió en uno más serio y furioso además de que una sensación de celos enfermisos golpeó en el abdomen de Rumi esa sensación desagradable al solo imaginarse que el hombre frente a ella estaba saliendo con otra mujer y no con ella le hicieron apretar los puños con fuerza además de morderse el labio lo más que podía casi saboreando su propia sangre y no fue hasta que (T/n) salió de la habitación que Rumi pudo liberar su ira golpeando con mucha más fuerza el costal de boxeo detrás de ella logra do esta vez romper las cadenas en las que se encontraba sujeto y que este pudiera caer al suelo