No me quiero enamorar

11. GRACIAS

Capítulo #11

«No sé cómo. No sé por qué. No sé para qué. Pero así es... Me gusta... Ryan me gusta».

El domingo fue un día muy extraño e intenso para Daine. Por fin había aceptado que le gustaba un chico. Por fin había aceptado que le gustaba Ryan, pero él ya estaba con Sarah, ya no había mucho qué hacer; simplemente no podía ir y decirle al novio de su mejor amiga que lo quería. ¿O sí?.

«No puede seeeerrr ¿Por qué lo dejé ir, maldita sea?» pensaba ella.

«Tengo que decirle. Antes de que sea muy tarde tengo que decirle lo que siento».

«Pero no... ¿Y si él no siente lo mismo por mí? Lo más seguro es que no».

«Pero, ¿y si sí..?».

«Ayyy, Diositoooo, ayúdameee. No sé qué hacer».

El típico dilema de no saber si le gustas o no a la persona que te gusta.

«¿Sabes qué? No, no le puedo decir. Sería como intentar quitarle el novio a Sarah».

«Pero..., podría decirle sólo para sacarme de la duda, no para que estemos juntos ni nada».

«O a lo mejor ni me gusta. Eso puede ser, no me gusta, pero como es el primer hombre que me dice cosas bonitas yo como tonta me ilusioné».

«Ayyyy, no sééé...».

«Y pensar que no le creía a las personas cuando decían que el amor es complicado... Ya ví que sí».

Daine llevaba todo el día debatiendo si decirle o no a Ryan lo que sentía. Por un lado sabía que si él no la correspondía todo iba a ser muy doloroso e incómodo. Pero, por alguna razón, ella sentía que él también sentía algo por ella, aunque ¿cómo saberlo?

«Daine, por favor, ya sácatelo de la cabeza, aunque te guste, él jamas te vería cómo algo más que una amiga. Es decir, mírate, no eres tan bonita como ella, no eres tan linda como Sarah. ¿Cómo podría preferirte a ti?».

«Pero tal vez le guste mi interior».

«Pffff, sí, ¿cómo no? Recuerda que las personas hermosas siempre terminan con las personas hermosas. O sea, él no va a terminar contigo, a pesar de que vea tu interior».

«Okay, es verdad, no le gusto, es lo más lógico del mundo, pero ¿por qué sigo con esa pequeña esperanza de que sí?».

Cuando llegó la noche, mientras tomaba un break de su sesión de estudios, Daine ya no podía más con la duda e incertidumbre.

«Ay ya, mañana voy a hablar con él» pensó. Cuántos pensamientos tan locos y diferentes entre ellos se pueden tener en un segundo ¿no?

La verdad es que ella ni siquiera sabía de dónde había sacado el valor para decidir eso. Tal vez el hecho de estar enamorado te hace hacer cosas estúpidas, pero el punto es que ya lo había decidido. Mañana, para bien o para mal, iba a confesarle sus sentimientos a Ryan.

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El domingo para Ryan fue más tranquilo, se había concentrado en aprovechar que por fin estaba con Sarah y en conocerla mejor. Comenzó a hacer cosas con ella, como platicar de sus gustos, cocinar, ver películas, besarse... Besarse aún le resultaba extraño. Por alguna razón no podía evitar comparar los besos de Sarah con el de Daine. No me mal entiendan, sí, Sarah besaba muy bien, pero el beso de Daine aún le atormentaba la cabeza.

Al final del día (sin nada más interesante que contar), Sarah y Ryan se quedaron dormidos viendo "Orgullo y prejuicio".

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